1. Joao (II)


    Fecha: 22/03/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Joao se inclinó hacia mí. Me besó, sintiendo en mi boca el sabor de su semen. Sin quitarme el vestido, recogió con su lengua todo el que había caído en mis tetas. Me tomó en brazos y me llevó hasta la habitación, donde me depositó en una gigantesca cama. Cerré los ojos. Sentí las manos de Joao quitándome las sandalias de tacón que llevaba, luego sentí su boca, besando suavemente mi pie. Subió por mis piernas muy despacio, besando y lamiendo. Mi sexo estaba húmedo de nuevo. A medida que la boca de Joao se deslizaba por mis muslos, comencé a gemir suavemente. Intentaba moverme, pero él me sujetaba por las caderas. Llevé una mano a mis tetas y comencé a acariciarme por encima del vestido. Joao entonces me dio vuelta, dejándome tendida boca abajo sobre la cama. Siguió besando mis piernas, luego mi culo... mordisqueaba mis nalgas, deslizaba su lengua entre ellas y yo estaba cada vez más caliente. Tomó entonces con sus dientes la diminuta tanga y comenzó a deslizarla hacia abajo. Con ayuda de sus manos me la quitó por completo, mientras los jugos que salían de mi sexo comenzaban a caer sobre la cama. Siguió con mi culo, su boca y sus manos no se quedaban quietas no un segundo, y yo sentía que me iba a enloquecer. Me retorcía sobre la cama, subía y bajaba el culo como metiéndome una verga inexistente. En una de esas levantadas Joao puso la mano entre mis piernas y me sostuvo. Comenzó a meter la lengua por los lugares más profundos, mientras yo temblaba. Al mirar por encima del ...
    ... hombro solo veía mi culo y tras de él los ojos cerrados de Joao, que con dedicación lamía cada vez más profundo. Luego me puso otra vez boca arriba, y enterrando sus dedos en mi cintura me hizo abrir las piernas. de inmediato acercó su rostro a mi sexo, sacó la lengua y lamió los jugos que salían de ella. Yo gemía. Joao se acercó ahora un poco más y comenzó a recorrer con la lengua todos los recovecos de mi concha, metiendo y sacando la lengua de mi raja. Entonces tomó mi clítoris entre sus labios y comenzó a chuparlo. La sensación era tan intensa que sentí que iba a explotar. Pero él aún no había terminado. Sin dejar de chupar y mordisquear muy suavemente mi clítoris, comenzó a hurgar con un dedo en mi rajita. Me lo fue metiendo suavemente, mientras yo jadeaba y me acariciaba las tetas. Movía el dedo en un mete y saca muy suave, mientras su lengua seguía trabajando. Lo sacó un segundo pero fue solo para meterlo de nuevo, ahora con otro. Yo me movía tratando de que entraran más, más profundo. Él lo comprendió y sin dejar de chupar me los metió hasta el fondo. Ahora mis gemidos debían oírse en todo el edificio. Los movía dentro de mí con una habilidad impresionante, mientras mi clítoris en su boca parecía estallar. A cada embestida de su mano yo gemía más fuerte, hasta que me vine en un orgasmo tremendo, dejando su mano y su cara empapadas con mis jugos. Sin sacarme los dedos, Joao se recostó a mi lado y me besó. Sentí cómo el sabor de mis jugos en su boca se mezclaba con el de su ...
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