1. Perra en celo. Mis memorias II


    Fecha: 27/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Sexo en Grupo Tabú Autor: Femmefatale969, Fuente: xHamster

    ... hasta allí, le mantuve con caricias y lametones excitado hasta que tres cuartos de hora después el mastín se soltó. Inmediatamente, le empujé fuera de mí, él, exhausto y satisfecho, no hizo nada, me di la vuelta y me ofrecí al danés. Mis olores, mezcla de perra en celo, sangre, semen de macho y mis propios flujos hicieron que de modo inmediato se encaramara sobre mí y me clavase.No era tan brioso como su compañero, pero parecía tan delicado como si fuese humano, su tacto suave, hizo que me corriese un par de veces con él. No se abotonó pero me llenó de leche tanto como su predecesor. Cuando se bajó, se aplicó en lamerme el culo, el coño y los muslos, de tal modo, que hizo que me empezaran a temblar las piernas y me corriera de nuevo. Fue increíble.Cuando acabó, me incorporé como pude. Apenas me podía sostener en pie, miré a mi alrededor con ánimo de lavarme un poco y comer algo. Vi a mis amigos correteando por el césped sin dejar de mirarme, tres de ellos en una esquina comiendo, me acerqué hasta allí. Cada uno tenía un comedero con su nombre. Había uno con un nombre que me resultó familiar, Linda. ¡¡Pero qué cabrón!! Me había puesto un comedero como si fuera una perra más. Estaba decidida a llevar esta aventura hasta el final, o sea que me acerqué y me puse a comer sin pensar en nada más.Después de saciar mi apetito con una comida que prefiero no pensar si era para uso humano, vi un pequeño estanque con agua, me acerqué y me lavé un poco la cara, me limpié los sobacos y ...
    ... el cuello. Decidí que no me iba a lavar nada más, para mantener mi olor a perra en celo, a pesar de que mi aspecto parecía lamentable.Los dos pastores me miraban desde una distancia cercana, vinieron hasta mí. Directamente vi como uno de ellos tenía la polla fuera. Uff era muy grande, y seguro que todavía no estaba a tope. Quería follármelo, mi ser de perra me había inundado por completo. Me puse a cuatro patas y empecé mi ritual de seducción canina, algunos movimientos, pero sobre todo la espalda arqueada ofreciendo mi coño. Se acercaron los dos, olfateándome y lamiéndome. Eran perros muy grandes y la verdad es que después de mi primera experiencia se me habían pasado los nervios, sólo quedaba la excitación.Los dos se enzarzaron un poco, pero parecía que trabajaban en equipo, porque no hubo demasiada disputa. Uno de ellos se puso sobre dos patas, puso sus pezuñas sobre mi espalda y trató de penetrarme, lo intentó una vez, dos veces, no era capaz, y en cada movimiento sentía sus pezuñas rasgando mi ya maltrecha espalda, al final, me arqueé completamente, poniendo mis tetas sobre el suelo y dejando mi culo completamente expuesto, en ese momento, otro movimiento brusco del a****l y sentí una enorme tranca clavada de golpe en mi coño. ¡¡¡Ufff era muy grande !!!, sentía al perro moverse con fuerza detrás de mí, clavándome a cada embestida su enorme pene más y más dentro, notaba en cada movimiento cómo soltaba un montón de leche, que chorreaba por mis muslos, y le oía un ligero ...
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