Mi fantasia - Relatos Eróticos

Mi fantasia

... boca y culo. Estás lleno. Comienzas a mojarte y a enloquecer. Se dan cuenta. Te acuestan boca arriba. Te empiezan a amarrar. Tienes una inmensa curiosidad por qué es lo que te va a pasar.Tocan a la puerta. -Ha llegado tu sorpresa- te dice la morena. Se levanta de la cama y va a abrir. Tú tienes una sospecha. Estás preocupado, podría ser un conocido y tú tienes una pelota que te obstruye la boca para hablar. De hecho, todo comienza a girar en tu cabeza. Es muy tarde, quién puede ser a esa hora? Es tardísimo. Alguna emergencia? No. Te comienzas a acordar. Me lo habías contado todo. Me habías dicho cuándo, dónde y con quién ibas a estar en ese momento. Tu sospecha se convierte en esperanza.Abren la puerta, los tacones suenan aproximandose. Me ves, te veo. Te sonrío. Sé que no puedes decir nada. Eso me hace gracia. Me quito la gabardina. Llevo un corsette de latex en el pecho. Los brazos están cubiertos por dos guantes largos del mismo material. Pero abajo... abajo están aquellos pantalones de mezclilla que siempre has soñado. Una mezclilla clara y femenina que apenas deja mi piel respirar. Crea múltiples pliegues por el extremo adherimiento. Hay algo que te entusiasma de golpe, es la forma através del pantalón que adivinas. Llevo algo abajo. Me doy cuenta que lo observas. Me río. Lo empiezo a acariciar. No tienes idea de cómo es. Sólo te das cuenta que parece ser más grueso que el de las otras dos. Te preocupas pero el deseo nubla cualquier duda.ME bajo el cierre. El dildo ...

... montado en el estrapón está arqueado, como si quisiera salir. Lo toco, lo saco. Rebota directaente cuando sale. Está durísimo. Me la toco. La acaricio. Escupo y disparso la saliva por todo alrededor. Las putas me la escupen también.-Te gusta mi pichula, Alvaro?- te pregunto. Asientes con la cabeza. Te da miedo la grandeza, el ancho pero no piensas echarte atrás. Sientes que con cualquier golpe podrías venirte. La rubia te mete su dildo en la boca después de quitarte la pelota que no te permitía hablar. Te la comes pero nunca dejas de mirar mi pichula. La morena empieza a jugar con la tuya. Sientes escalofríos de placer y haces un tremendo esfuerzo para no venirte.Abres las piernas sin que te lo pida. Tu cuerpo me está pidiendo a gritos que te culee. Me acerco. Estás bien dilatado. Te empiezo a penetrar. Después del glande me detengo. Después te la dejo ir toda. Te encanta. Te empiezo a culear. Empiezas a gemir. Sientes que te estás acercando al clímax y que no podrás evitarlo. Me detengo. Te volteas consternado. Estoy mirando mi pichula un poco fastidiada. Es larga alrededor de 30 cm. Más o menos del largo de tu recto hacia tu intestino. Lógicamente me he traído un pedazo de mierda, grande como una bola de helado. Te digo que eres una puta sucia, llena de mierda, que me has ensuciado la pichula y ahora tendrás que arreglarlo si vas a querer que continúe. Asientes con la pichula de la morena en la boca. Te urge que siga. Has empapado la mano de la rubia con el líquido seminal. Tu ...