1. Pareja de Montreal


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi mujer se llama SM (no puedo revelar su verdadero nombre), hoy de 38 años, nacida en Argentina, hija de italianos y que trabaja y estudia en una universidad bien popular y conocida de Montreal ( si doy estos datos, es para que si alguien quiere tener algo con ella, la pueda localizar y para que sepan todos lo puta que es una vez que se calienta) Si uno la ve en la calle o la conoce, no puede llegar a imaginarse lo que se esconde detrás de su fachada de mamá ejemplar y señora bien. Sus compañeros de trabajo no tienen la más mínima idea de quien es en realidad. Jamás podrían creer las cosas que hemos hecho juntos en el plano sexual. Cuando conoce a un hombre enseguida me comenta que le gustaría poder cojerselo. Yo la dejo, total la concha es de ella y cuando vuelve a casa, en la madrugada en taxi o se hace dejar en la esquina, me cuenta como cogió mientras me chupa la pija. Después me la cojo bien y se queda dormidita como un corderito y ni bien nos despertamos, cojemos de vuelta. Yo le compro su ropa interior, la de " combate ", tangas minúsculas, corpiños que le levantan sus tetas, le depilo casi toda su vagina, dejándole un pequeño mechón en la parte superior y los labios mayores sin un solo pelito, porque dice que así se siente mejor cuando le chupan la concha. Eso la pone a mil, cuando se la empiezo a chupar, juego con sus labios y se le comienzan a abrir solitos. Al principio no abre mucho las piernas, pero una vez que le chupo el clítoris, ahí la cosa cambia. Se abre ...
    ... toda y entiéndanme bien, cuando digo toda, quiere decir que es el único momento en donde se deja chupar el culito, se agarra de las rodillas y se sostiene las piernas y comienza su dialogo; " chúpame así papito, meteme bien la lengua, dale más al clítoris. ". Yo aprovecho cuando se calienta así y le hago lo siguiente: con la mano izquierda le mantengo los labios abiertos y le chupo el clítoris, con la mano derecha, primero de a uno le voy metiendo los deditos en su concha, luego otro, luego otro y al final tengo los cuatro dedos metidos y se los saco para ver el tamaño de su vagina, es espectacular!, toda roja, llena de jugos, con un sabor exquisito, ella me agarra de la cabeza y me empuja hacia su concha y sin ningún drama le meto los cuatro y hasta más de una vez, mis cinco dedos han entrado. Otra cosa que le gusta, pero lo niega a muerte, es que le meta un dedo en el culito, o sea, lengua en el clítoris, tres dedos en la concha y el meñique hasta el fondo en el culito. Ustedes deberían ver lo que es eso, como mueve sus caderas para que le entre más. Después me gira violentamente en la cama y me cabalga, pero antes de mandársela hasta los huevos, se la frota a lo largo de la concha y deberían verle la cara. Cierra los ojos y pone una cara de viciosa increíble, abre la boca y se relame, me mete unos besos y su lengua me llega casi hasta la garganta, me agarra la verga con una mano, se la acomoda y deja caer su cuerpo. Ella tiene el conducto vaginal grande, así que a veces ...
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