1. Renace el harem (Cap. 1)


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Dominación Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos

    En el capítulo 12 del relato “Nacimiento del harem” lo último que supimos es que ya Su Majestad había establecido un negocio de renta de perras domésticas, el cual estaba creciendo de forma muy rápida, así que continuemos la historia. Sin darse cuenta las clientas que rentaban perras de su Alteza se habían convertido en esclavas buscadoras, ya que al haber firmado el contrato de renta de perras domésticas, en el cual existía una cláusula donde ellas se comprometían de manera voluntaria y cada vez que su Alteza lo fuera necesitando a buscar más perras, la cláusula estaba tan bien disfrazado que ellas no se dieron cuenta que aunque eran clientas que a su Alteza pagaban una renta mensual de las perras, a ellas las convirtió en esclavas también, solo que ellas debían cumplir buscando más reclutas. Recordemos también que ya esas clientas habían entregado a su familia para tenerlas a sus pies, pero como dije, sus familiares ahora pertenecían a su Alteza a quien le pagaban una renta para que su propia familia fuera su servidumbre, de cualquier manera el Ama recibía todo el beneficio. El sequito de esclavas que su Majestad tenía a sus pies directamente debía mantener brillando el reino mientras que sus ex amigas y vecinas ahora sus esclavas tenían que acatar la orden de entrenamiento de las perras de nuevo ingreso. Habían aprendido a caminar a cuatro patas, a no hablar sin previa autorización y a besar los pies del Ama apenas apareciera, así fueran 50 veces al día. Muy pronto ...
    ... aprendieron a realizar todos los trabajos que implica mantener limpio el reino, solo que se hacían de diferente manera, ahí para barrer se les ponía una mordaza que tenía un cepillo para funcionar de escoba, al estar sujeta la mordaza, las perras debían barrer estando a cuatro patas y con un par de grilletes o esposas sujetos a los tobillos imposibilitándolas estar de pie, lo cual provocaba estuvieran aspirando polvo todo el tiempo. Sin embargo al Ama le importaba lo más mínimo, mientras ellas se desempeñaran adecuadamente sin importarle su estado de salud, el caso era solo tener a su Majestad bien atendida. Ya las perras eran prácticamente unas marionetas obedientes y de aquellas chicas groseras y rebeldes, ahora estaban convertidas en todas unas perritas falderas a las que solo bastaba chasquearle los dedos y ellas de miedo se orinaban, situación que a su Majestad le hacía gracia, en cambio a las perras les desagradaba, ya que si se orinaban después ellas debían lamer sus propios orines. Llegó el momento de hacer la llamada telefónica a sus clientas busca perras para que vinieran por sus familiares ahora en renta. Las clientas se presentaron con su Alteza con nuevas clientas muy interesadas, sin embargo ellas dijeron que ya que ellas estaban dedicándose a llevarle clientas potenciales solo pagarían la pura renta, pero no cubrirían el depósito que tenían y debían adelantarle del primer mes. El Ama sin decir nada y tranquilamente chasqueó los dedos, y en automático las clientas ...
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