1. La primera vez


    Fecha: 05/04/2019, Categorías: Lesbianas Autor: rincondelmorbo, Fuente: CuentoRelatos

    Amaba a Sofía con todo mi corazón, era la persona más especial que había conocido; tierna, detallista, cariñosa; había muchas cualidades que podría resaltar; yo estaba realmente enamorada y se podría decir que me gustaba todo de ella, sólo por un pequeño detalle, me quería abrir el culo. Y es que ella tenía ese fetiche, y realmente lo disfrutaba, casi siempre que lo hacíamos me pedía que jugara con su ano, que lo lamiera, que se lo abriera con mis dedos, con consoladores; a mí me gustaba mucho darle gusto en eso, siempre y cuando no fuera el mío. Me daba miedo, todo a causa de una amiga que me contó su primera experiencia anal y me dijo que le había dolido tanto que jamás en su vida lo volvería a hacer, me vendió ese miedo, y el sólo echo de pensar en eso me hacía sentir dolor, para mí ese tema era taboo tratándose de mí. Sofía cada vez que la cogía la arrechera me lo pedía, y mi respuesta siempre era la misma: ¡NO!. Ese día le estaba celebrando su primer cumpleaños desde que estábamos juntas. La llené de detalles, que si la torta, que si el vino, que si esto y lo de más allá; quería que ese día fuera muy especial para ella y no escatimé en esfuerzos para que así fuera. Comimos, bebimos, conversamos delicioso; las dos ya estábamos muy melosas, sentadas en el suelo la tenía entre mis brazos a la luz de las velas, era la velada perfecta; entre besos y caricias cuando menos lo pensamos estábamos haciendo el amor, todo iba a las mil maravillas hasta que me dijo: “¿te puedo ...
    ... pedir algo de cumpleaños?”. Mi instinto de supervivencia se encendió inmediatamente, no había que ser un genio para saber qué era lo que me iba a pedir. Y sí, efectivamente era eso, me cogió cortica, había estado pensando en cómo hacer que ese día fuera tan especial para Sofía que ni se me había pasado la idea de que me iba a pedir eso, quizá hubiera preparado una excusa para salir del paso sin quedar mal con ella, pero no, fue un tiro certero de su parte el pedírmelo ese día; espero hasta el final para hacerlo, a veces pienso que ya lo tenía planeado. Yo me llené de angustia, tanto sacarle el cuerpo a ese tema para que me lo pidiera en ese preciso momento, fue muy ingenioso de su parte. Me llenó de caricias, me aseguro que no me iba a doler, que ella me iba a lubricar bien, que iba a ver lo rico que se sentía, que por algo a ella le gustaba tanto; a mí me pudo más el amor que el miedo, y sobretodo en ese momento en que ya el vino había echo su efecto en mí, tal vez de ahí saqué el valor para decirle que sí. Le brillaron los ojos cuando lo hice. La ternura de Sofía se dejó ver en la delicadeza con que lo hizo, no fue directamente al grano, primero me chupó el coñito de una forma especial, me hizo venir varias veces, luego lamió mis nalgas, me pasaba la lengua cerca del ano pero no la ponía ahí, se estaba tomando su tiempo para hacerlo; hasta que la sentí, su lengua mojada tocó mi ano y la hizo subir hasta mi clítoris, se sintió rico, era una experiencia nueva; lo volvió a hacer ...
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