1. Aventura en la tormenta.


    Fecha: 10/04/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Soy una chica muy apasionada de Buenos Aires, Argentina. Tengo 19 años, altura promedio, pelo lacio, y unos labios muy pero muy carnosos. Es la primera vez que escribo y comparto un relato erótico, espero que les guste. Primavera, pleno septiembre, se aproximaba una tempestad en la ciudad. Habían pasado algunos años, yo acababa de cumplir 19 algunos días atrás. Alguien llamo a la puerta en semejante día aburrido, era él. Un año atrás, cuando yo cumplía 18, habíamos tenido un encuentro muy caliente en un callejón dónde pudimos quitarnos la curiosidad, pero este nuevo encuentro al aire libre se ganó todos los premios. Nos saludamos. Mis hormonas por dentro reían, sé que las suyas también. Él venia a verme a escondidas porque estaba aburrido, el simple hecho de saberlo me daba lugar a la excitación. Era de noche, fuimos a un parque cercano, un parque hermosamente clandestino -pensé- . Nos sentamos en un tronco, conversamos un rato mientras el humo de aquel porro salia de nuestras bocas. Ya no quedaba nadie en el predio cuando nos comenzamos a besar. Nos besamos con las ganas que habían quedado reservadas del año anterior y créanme que eran muchas. Comenzamos a tocarnos, me encantaba sentir su respiración y sus besos en mi cuello y sobre todo su pija dura por encima del jean. Yo llevaba unas calzitas de una tela muy delgada por encima de la piel y me encantaba que el acariciara mi colita y mi vagina impaciente por cojerme toda, por encima de ellas. Él comenzó a acariciar mi ...
    ... clítoris suavemente deslizando su mano hacia abajo, cuando me miro pervertidamente y dijó- "Hasta que no acabes, no voy a parar." Comenzó a colarme los dedos sentados en medio del parque mientras yo le manoseaba la pija por encima del jean. Era tarde y comenzó a llover torrencialmente, para nuestra suerte, la gente ya se había marchado del lugar. Estabamos excitados y luego de veinte minutos nos dirigimos a un oscuro rincón atrás de un árbol. Seguimos besándonos mientras él seguía colándome los dedos y yo gemía y me calentaba como una perra. Desabroche su pantalon y mi boca se deslizo hasta su pija que estaba bien dura. Comencé a chuparsela mientras lo masturbaba. Me encantaba que él me tirara del cabello mientras yo se la chupaba hasta el fondo, casi hasta atragantarme y lo miraba con cara de putita mientras se la chupaba para calentarlo. Verlo tan calentito me calentaba el doble. Estabamos mojaditos por la lluvia y yo aun mas por sentir sus dedos. Con los pies embarrados masturbándonos al aire libre. Se la chupe toda y sin asco hasta que la tuvo bien durita, entonces yo me puse de pie, le di la espalda y apoye mis manitos en el tronco del arbol. Sentí como me arrinconó y me metió su pija de a poquito hasta sentir que había entrado toda en mi vagina. Me empezo a cojer mientras me tiraba del cabello y nos susurrabamos cosas sucias mutuamente. Me encantaba ser su puta y sentir toda su pija adentro mio. Hacia pausas y volvia a agacharme para seguirsela chupando y el volvia a colarme ...
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