1. Con un maduro...por dinero


    Fecha: 28/10/2017, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi nombre es Javiera, tengo 38 años, soy bajita, muy blanca, timida, separada y dos hijos. Desde que me separé hace 5 años, me he dedicado fielmente a mis hijos. Soy secretaria en un ministerio y me va bien pero gano poco. Vivo en Santiago de Chile, esta historia es verídica y la cuento para desahogarme. A mi ex marido no lo veo nunca y rara vez aporta algo de dinero a sus hijos, por lo que llevo todos los gastos. Mi vida es cada vez mas aburrida y estresante. No tengo muchos amigos, tampoco sexo, novios, ni dinero. Cuando mi hijo quiso estudiar medicina a una buena universidad en mi país, me llene de alegría solo que sin dinero no pude complacer su motivación. Lo hablé con un amigo muy querido, yo le digo tío pues es muy amigo de mi papá, tiene 68 años. Le tengo confianza. Mi tio Ramón me dijo entre risas y bromas, que yo con lo hermosa que era, “..podia ganar dinero en publicidad, modas...por último con ese cuerpo te paras en una plaza y te haces millonaria por las noches...jaaaaa.” no me gustó su broma y su esposa lo retó. Me fui casi llorando a casa. No soy muy alta, de modelo nadie me contrataria y no tengo personalidad para eso. Y pararme en una esquina, jaaaa no creo que ningún hombre pague por una prostituta como yo, chica, sin sabor, blancucha y ademas con tetas grandes desproporcionadas para mi altura y peso. Pese a eso ceo que no soy fea, ya dije que soy media rubiecita, mi cuerpo es delgado pero bien armado, mis piernas estan bien hechas y aunque no trato de lucir ...
    ... nada, los hombres siempre me miran el trasero y los pechos que estan bastante crecidos, pero de ahí a ser puta, jamás. Con la idea en la cabeza y desesperada por dinero, hablé con Ramón nuevamente y le pedi un préstamo. Le dije que mi situación era extrema, que necesitaba plata, que el futuro de mi hijo estaba en juego. Que no le dijera a nadie, seria un secreto entre nosotros. Te presto lo que necesites me dijo, y luego de una hora de hablar me pasó cerca de 500 dolares. Quedé feliz, matriculé a mi hijo en la universidad y comenzamos una nueva vida. Un mes después, Ramón me pidió que hablaramos de como le iba a devolver el dinero. La verdad es que yo en mi desesperación había pensado incluso en prostituirme. Pactamos cuotas mensuales de 100 dolares. Transcurridos 4 meses me di cuenta que no podía pagar.... y ya estaba necesitando más dinero. Lloré y lloré. Ramón dijo que podía esperar un mes mas pero que no me podía prestar más. "Mi querida niña, me dijo Ramón, yo jamás he regalado dinero, tengo la convicción de que el dinero hay que ganárselo, esa es mi ley, asi es que me lo tendrás que devolver". Desesperada esa noche lo llamé y le pedi que nos vieramos al dia siguiente, le ofrecí pagar mi deuda. Esa noche no dormi pues decidí ofrecerme a Ramón. Por la forma en que lo he sorprendido mirándome el trasero y la mirada que les da a todas las mujeres se que es un caliente. Su esposa ya es mayorcita, gordita, arrugada y creo que por una tarde de sexo podría regalarme el dinero. ...
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