1. La limpieza del nuevo local


    Fecha: 12/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Esa tarde Víctor llegó de la oficina y me dijo que uno de sus amigos estaba preparando un local para instalar un negocio y andaba buscando alguien que pudiera darle una mano con la limpieza.Prometía pagar bastante bien por hora, así que le dije a mi esposo que yo podría hacerlo para ganar unos pesos extra.Víctor me dio la dirección, diciendo que Daniel, su amigo, me esperaba a partir de las nueve de la mañana al día siguiente.Luego de despedir a mi adorado maridito, me cambié para ir a hacer el trabajo de limpieza. Elegí una diminuta tanga negra que, aunque se perdía entre mis cachetes, era muy cómoda. Me puse unos jeans bastante livianos y, como hacía bastante calor, una musculosa sin corpiño,Caminé apenas unas cuadras y llegué al local, que ya estaba abierto. Adentro encontré a Daniel, un flaco de mi edad, apuesto y bastante corpulento. Bajé mi vista hacia su entrepierna, imaginando cómo sería el tamaño de su verga en proporción al resto de su cuerpo.El tipo me sonrió al saludarme, pero su mirada enseguida se dirigió a mi escote, ya que la musculosa dejaba ver bastante mis enormes tetas.Me excité cuando me estrechó la mano y sentí que comenzaba a humedecerme. Andaba muy caliente en esos días; Víctor no me estaba cogiendo para nada bien desde hacía mucho tiempo…Lo primero que hacía falta en ese local era barrer, ya que había polvillo residual de pintura y una horrible polvareda por todo el piso.Daniel mientras se sentó en una silla, para verificar algunos documentos.Se puso ...
    ... a charlar conmigo mientras yo barría el piso. Cuando terminé, ya estaba empezando a sentir calor, pero eché un trapo en un balde de agua y mezclé algo de desodorante para pisos.Comencé a baldear y a t****ar, mientras Daniel simulaba inspeccionar sus papeles: en realidad estaba mirando de reojo mis tetas y además mi culo, ya que el tiro bajo de mis jeans permitía ver mi tanga negra cuando yo me agachaba. Pude ver que su bulto comenzaba a crecer dentro de sus pantalones.Después de darle un buen espectáculo cada vez que me agachaba sobre el balde; me volteé y empecé a limpiar la mesa de café donde Daniel tenía sus papeles. Al inclinarme cerca de él, le permitía ver casi la totalidad de mis tetas apenas contenidas por la musculosa. El flaco se estaba poniendo incomodo, pude notarlo.Mi esposo me había dicho que eran muy buenos amigos de la adolescencia y por lo tanto el tipo no se iba a atrever a dar otro paso. Pero mi calentura pudo más…Entonces le dije directo de frente, mirándolo a los ojos: “Qué pasa…te gusta lo que ves…?”Daniel se quedó mudo; yo le sonreí y me acerqué a él, apoyando mis manos sobre sus rodillas, ofreciéndole así la completa visión de mis tetas, con sus pezones bien erectos. Pero él no se animaba a nada…Empecé a bajarme los breteles de la musculosa, hasta dejar mis tetas en total libertad frente a sus ojos. Luego me bajé los jeans, mostrándole la diminuta tanga negra que apenas cubría mi concha ya humedecida.Me agaché y empecé a acariciarle la verga por encima ...
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