1. La vagina de mi madre


    Fecha: 16/04/2019, Categorías: Incesto Autor: Vergonator, Fuente: SexoSinTabues

    Después de mucho tiempo, iba a cumplir mi sueño anhelado.... Hola a todos, es mi primera colaboración, una historia totalmente real que me sucedió hace 11 años. Yo tenía 22 y mi madre 45. Espero les agrade.... Sabía que lo que iba a hacer no estaba bien....pero la locura, la excitación y la oportunidad perfecta fueron trascendentales. Y ahí estaba, con mis manos temblorosas, una de ellas acariciando mi pene ya duro, al frente de mi madre completamente dormida. Esa noche ella llegó algo pasada de tragos y se acostó tan pronto llegó. A duras penas se colocó su pijama, para mi fortuna, ya que en ello residía mi esperanza. Mi madre dormía con un pantalón viejo, de esos que ya no sirven para salir a la calle; pero éste en particular estaba tan usado que estaba descosiéndose por una de sus costuras. Sin embargo, mi madre así se lo ponía, total era para dormir. Cada vez era un poco más grande la abertura, y esa noche el hueco era lo suficientemente grande como para cumplir mi objetivo: ver, por fin, la vagina de mi madre. Ella se encontraba acostada en posición fetal, profunda debido a su alicoramiento, mirando hacia mí y arropada hasta mitad de cuerpo. Comprobé una vez más que se encontraba profunda y la desarropé con mucha cautela. Mi madre no movió un músculo.Mirando en medio de sus piernas por la parte de abajo, pude notar que el roto del pantalón dejaba entrever algo de piel muy cerca de su entrepierna. Mi miembro volvió a crecer. Con cuidado metí el dedo y acomodé la tela de ...
    ... manera que el orificio quedara en toda la entrepierna, y en ses momento la luz que entraba dejo a la vista sus interiores justo en la zona de su vulva, gracias a su posición fetal. Mirando más de cerca estuve a punto de desmayarme cuando vi que por fuera de su calzón, a lado y lado, se asomaba un caminito de vellos ensortijados. Creo que es momento para aclarar que mi madre es pelirroja natural y su vello púbico tiene un tono cobrizo que me parece hermoso. Me puse a acariciar un rato esos vellos, deleitándome y preparándome para los siguiente. No aguanté más y metí me dedo en el calzón y lo levanté suavemente, con cariño. Una mata de pelo apareció inmediatamente para mi delirio. Una selva de pelos encaracolados y rojizos, en abundancia y de una longitud considerable. Mi verga estaba a reventar, sabía que si me la frotaba me corría enseguida. Y si eso fuera poco, por entre esa selva otoñal se asomaban dos labios rosaditos y bien protuberantes, parecían dos trocitos de fresa. Eran suaves al tacto, de forma algo irregular en el borde de cada labio. Eso era más de lo que podía soportar. Ya sin tener cuidado por si mi madre se despertaba abrí esos dos pedazos de cielo rosa con mis dedos y comprobé el tamaño de su rajadura. Desde la zona de su clítoris -de difícil vista debido a su postura_ hasta su otro extremo, deslicé una y otra vez mis dedos índice y medio, pero sin atreverme a meter ninguno -no todavía- Me divertí un poco más abriendo esos labios deliciosos que sobresalían por ...
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