1. COMPARTIENDO ALGO MÁS QUE UNA PASION - Parte 2 de 5


    Fecha: 19/04/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Por: ByL El lunes cuando llegué a la oficina, ella ya estaba en su mesa y no me vio pasar por detrás de su puesto, por lo que no nos saludamos. Un par de horas después, me mando un email y me dijo “¿tomamos café en un rato?”, y le dije “Claro. ¿En media hora abajo?” y me respondió “vale”. Media hora después, me levanté y baje a la cafetería. Ella estaba sentada en una mesa al fondo, en una esquina, y no había nadie alrededor. Cogí mi café y me fui hacia ella, y cuando me iba a sentar enfrente suyo dijo “no, a mi lado, aquí” y así lo hice. Me senté a su lado y comenzamos hablar, entonces me dijo “tengo una sorpresa para tí” y le dije “¿qué es?”, y me dijo “mira”. Y se subió la falda mostrándome el liguero que se había puesto. Y entonces le dije “joder, como me gustan los ligueros, que pasada. Que zorra eres” y se rio sin bajarse la minifalda, dejándome ver su liguero todo el rato. Y entonces comencé a tocarle la pierna, el liguero, a jugar con él y a pasarle mi mano por su tanga, que ya noté empapado. Terminó el café, miró a nuestro alrededor y se levantó dándome un beso en la boca. Luego se compuso de nuevo la minifalda y se fue dejándome más cachondo que otra cosa. El resto del día la vi pasar por delante de mi sitio varias veces y mirarme guiñándome el ojo. Y no pasó nada más. Estuve a punto de mandarle un email totalmente subido de tono, pero decidí que no quería agobiarla, y fuese ella quien mandase el ritmo y decidiese cuando quería jugar y cómo. Un par de días ...
    ... después, era miércoles, me mandó otro correo para tomar café y le respondí diciéndola “vale, quiero contarte yo ahora otro secreto”, y me respondió con un “ok”. Como siempre, bajamos a la cafetería y nos sentamos en aquella mesa del rincón que parece que nadie quería, así que una vez más, comencé a meterla mano por debajo de la minifalda y descubrir una vez más el liguero. Me encantaba y ella lo sabía. Entonces me dijo “bueno, cuéntame ese secreto” y le dije “ya sabes que me vuelve loco la lencería”, y asintiendo con la cabeza dijo “lo tengo clarísimo”, y le dije “pues es que además de volverme loco verla puesta, me encanta ponérmela yo” y me dijo “¿te gusta ponerte lencería de mujer?” y le dije “si, muchísimo, me pone súper cachondo”. Entonces me preguntó si me había visto alguien en lencería, si me vestiría con alguien y un montón de preguntas del tema. Al final, me dio un beso y me dijo “me gusta mucho tu secreto”. Nos levantamos y nos fuimos. Al rato, le mandé un correo diciéndola que me había gustado su reacción por mi secreto, y segundos después me mando un sms y me dijo “quiero verte en lencería el viernes por la noche en mi cama” y le respondí “vale, me encantará que me veas así” y me respondió “que sepas que te voy a tratar como a una mujer” y le dije “joder, si por favor”, y me dijo “vale, pues prepárate, putita”. El resto del día no pasó nada, y al día siguiente, el jueves tampoco. Llegó el viernes y a media mañana le mandé un email diciendo “tomamos café” y me respondió ...
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