1. El casero y su fiel amigo Hercules


    Fecha: 20/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... su cuerpo, haciéndome apoyar mi culo contra su poderosa verga bien dura.“Usted está muy caliente, señora. Yo tengo la solución para eso…”Me susurró al oído, mientras me lamia una oreja.Sentí mis fluidos comenzando a deslizarse entre mis muslos.“Voy a darle algo especial, señora… bueno, algo bastante sucio…”Continuó susurrando, sin dejar de masajearme las tetas…“Es una fantasía tuya, nene?. Pregunté con voz entrecortada.Pero Marcos ya no respondió; solamente me empujó hacia adelante, hacia su cama. Me ordenó ponerme en cuatro…Levantó mi camiseta, exponiendo mi vagina depilada; mi entrada trasera y mis muslos brillando con mis fluidos. Silbó complacido y zambulló sus dedos entre mis labios vaginales.“Una verdadera perra merece ser cogida como tal, no le parece?.Me metió un dedo bien profundo en mi estrecho ano; lo cual me hizo gritar de dolor ante la súbita intrusión. Comenzó a meterlo y a sacarlo con más rapidez, dilatándome como nunca.Pensé que esa sería su fantasía, sodomizar a una mujer…Pero enseguida descubrí que estaba muy equivocada.Luego de dilatarme bien mi ano, finalmente sacó su dedo y llamó con un agudo silbido a su perro. Hércules, de forma muy obediente, trepó de un salto a la cama. Descubrí sus intenciones.“No, por favor… con el perro no, te lo pido…” Le supliqué.“Silencio, señora. Mi perro será un buen macho para Usted…”Intenté debatirme; pero Marcos era muy corpulento y me dominó con relativa facilidad. Me dio unas palmadas en mi cola y me empujó la cabeza ...
    ... hacia abajo, enterrándomela contra la almohada.Mi culo quedó en pompa; justo lo que necesitaba Hércules.El perro acercó su hocico para olfatear mi olor a hembra y pronto comenzó a gemir, apenas lo descubrió. Entonces sacó su lengua y la hundió entre mis labios vaginales.Tuve que reprimir un aullido de placer contra la almohada, al sentir esa lengua áspera en las paredes de mi vagina bien mojada.Entonces sentí los dedos de Marcos, que reemplazaban por un instante a la lengua de su perro; para aplicarme alguna especie de gel lubricante a la entrada de mi concha.“Así le va a doler menos, señora…”Me relajé un poco, sabiendo ahora que ese perro me iba a dar algo de placer en mi concha, en vez de desgarrarme el ano…Hércules volvió a lamer un rato más mi vagina y, de repente, sin previo aviso, montó sobre mis caderas alzadas.Yo estaba a mil por hora y esta vez gemí bien alto, mientras un intenso orgasmo me electrificaba la piel. Temblé de pies a cabeza, mientras un chorro de mis fluidos abandonaba mi vagina.El perro debió haberlo notado, porque insistió en penetrarme, moviéndose sobre mis caderas. Mi concha seguía convulsionando, cuando de repente el bicho se bajó y volvió a lamer mi labia mojada.Intenté levantarme; pero los fuertes brazos de Marcos me sostuvieron en posición, inmovilizándome.“Espere, señora… ahora viene lo mejor. Le va a gustar…”Giré mi cabeza y pude ver la verga erecta de ese perro. Era una cosa realmente enorme. Tuve miedo de que pudiera sufrir un desgarro vaginal si ...