1. Tres amigos 3


    Fecha: 20/04/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... sin ningún preámbulo, a ejecutar un sesenta y nueve, él estaba tan excitado que tenía constantemente decirle que más suave, pues me estaba lastimando. En esa posición comencé a ponerle poquitos de crema en el culito y a irle metiendo poco a poco uno de mis dedos, eso lo ponía aún más excitado y tuve que quitarle la picha de la boca porque ya me la mordía en vez de chupármela. Le dije que se diera la vuelta y se pusiera boca abajo y medio de lado, que subiera una rodilla a la altura del pecho de manera que sus nalgas quedaran bien arriba y abiertas. Cuando lo hizo, me puse de rodillas, con una pierna a cada lado suyo, le presenté la picha en su orificio, el cual estaba bien engrasado y ligeramente abierto por mi dedo y comencé a empujar poco a poco, y para mi sorpresa, entró bastante fácil para ser su primera vez. Él subía todo lo que podía su cuerpo para que me fuera más fácil la penetración, y aunque le dolía, cuando yo trataba de sacarla un poco me pedía que no lo hiciera. Así fui entrando poco a poco en él, y mientras se quejaba por el dolor, echó sus manos hacia atrás para agarrarme por los muslos y obligarme a que lo penetrara más ...
    ... profundamente. Cuanto se la metí completa, me acosté con todo mi peso sobre él, y comencé entonces a dar cintura suavemente para que pudiera disfrutar sin tanto dolor. Por su parte, él movía sus cadera hacia arriba y hacia abajo para que lo penetrara una y otra vez. Entonces se la saqué por completo y se la metí hasta atrás, no muy rápido, pero sin pausa. Eso lo hice varias veces y cada ves él estaba más desesperado. Comenzó él mismo a pajearse y me dijo que no se la sacara más, que se la metiera hasta el fondo que iba a venirse. Yo me comencé a mover frenéticamente pues aún no sentía que iba a acabar, para así acelerar el proceso, entonces él se vino entre fuertes gemidos y un rato después lo hice yo también haciendo bastante ruido. Nos quedamos un rato en la cama y nos levantamos. Él se fue para el baño y desde allí me pidió una toalla, se la dí y Juan me preguntó mientras tanto si también me lo había templado a él y le contesté afirmativamente. Desde ese momento, ellos dos estaban con el conocimiento de que nuestras relaciones sexuales eran completas, con penetración oral y anal. Eso facilitó mucho las cosa en adelante, pero ya lo veremos en otra ocasión. 
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