1. Anoche soñe con Carola (I)


    Fecha: 21/04/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Nadie salvo tú. Pero somos primos y es como si no hubiera nadie... o una amiga. Terminé de decir eso y ella se desabrochó el bretel y comenzó a sacarse el corpiño. Mi corazón latía a mil pero intenté mantener la cabeza fría (las dos, el cerebro y la verga) para no arruinar todo. Yo casi no la miraba pero seguía la charla con ella como si nada. Una vez que entró en confianza pude disfrutar de ver esos hermosos manjares. Después de media hora más de sol y bebidas, decidimos ir al agua. Nos tiramos de cabeza, ella delante y yo detrás para no perder detalle de ese delicioso culito que tiene. Jugamos un rato con una pelota gigante y yo aprovechaba cada oportunidad para acercarme un poco y poder tocarla. "Sin querer" le toqué un par de veces la cola, otro tanto sus tetas e incluso una vez alcancé a apoyar un par de dedos de mi mano derecha en su conchita. Ella quería salir del agua para seguir tomando sol pero yo la animé para que siguiéramos jugando (y de esa forma evitar salir de la pileta con una evidente erección). Estuvimos tonteando un rato más hasta que Carola se fue hasta el borde Seguí... seguí... por favor..., dijo en medio de gemidos. ¿Te gusta, no? Claro, claro, pero no pares Te prometo que no voy a parar hasta metértela, le susurré al oído mientras le apoyaba insistentemente la pija. Después de un rato en esa posición ella se dio vuelta, abrió sus labios y succionó los míos. Su lengua jugueteaba con la mía y me llegaba casi hasta el fondo de la garganta. Mi pija, dura ...
    ... como nunca, estaba en pleno contacto con su pubis. Mi lengua dejó su boca y comenzó a recorrerle los lóbulos de las orejas, el cuello, los hombros hasta llegar a esas sensacionales tetas. Ella tomó una con su mano y me la ofreció. Primero la recibí casi tímidamente con la puntita de la lengua, después tomé su pezón con los labios y finalmente me tragué gran parte de su teta mientras mi lengua recorría incansable su aureola. Sus gemidos fueron aumentando hasta transformarse en pequeños grititos y cuando llevé mis dedos a su sexo ella tuvo su primera explosión. Con dos dedos separé sus humedecidos labios (más por la calentura que por el agua, creo yo) y dada la situación le metí el dedo del medio lo más profundo que pude. Mientras le frotaba el dedo mayor con el pulgar acariciaba su inflamado clítoris. Tuvo un orgasmo tras otro (esa tarde ella descubrió su multiorgasmia y yo lo experimente por primera vez) y me pidió que la dejara descansar un poco. Para, para... ¿Qué te pasa, Carito? ¿No te gusta? ...Ahhhh!... me vuelve loca... Ahhhhh! Pero ahora es tu turno de gozar. Terminó de decir eso y ya había acomodado su mano dentro de mi short para agarra mi pichula. Que dura que está! Vos me pones a mil, Caro. Me senté en el borde de la pileta y ella ayudó a bajar mi malla. Mi verga saltó como un resorte y ella pareció comérsela con la vista. Pero finalmente terminó por comérsela con la boca. Con su mano derecha comenzó a subir y bajar la piel que rodea mi glande y con la izquierda ...