1. la nena de mi tio


    Fecha: 23/04/2019, Categorías: Transexuales Autor: karlaguadalupe, Fuente: xHamster

    ... pregunté pero no hacía ademán de detenerlo o levantarme. Me bajó el pantalón y a través de mi calzón ya se notaba mi erección. La tengo normal 17 cm, grueso normal y ya entonces me estaba saliendo liquido pre seminal que manchaba mi calzón haciéndolo un poco más oscuro en la punta. Mi tío me mira con unos ojos extraños, me baja el calzón y huele mi verga, no puedo detenerme, ni detenerlo. Empieza a besarme el tronco. Se lo llevó a la boca, empezó a mamar, dios que placer, me acariciaba los huevos con su mano izquierda, con la derecha me masturbaba un poco. Me estaba dando un gran placer, y así, apenas unos segundos después de que me la empezó a mamar, me vine, en uno de los orgasmos más placenteros de mi vida. Me tío siguió chupando hasta dejarme seco. Yo cerré los ojos y me quede descansando en el sillón, gozando el orgasmo. Sentí que mi tío se levantó. Abrí los ojos y se acercaba a mí. Me besó en la boca, sentí si lengua abriéndose paso a mi boca, me pasaba el semen. Mi propio semen, estaba en mi boca. Yo me resistí pero era más fuerte, me sujeto por las mejillas y me obligo a mantener el beso. El beso se prolongó, yo sentía como mi verga empezaba a disminuir la erección, la barba de unos días de mi tío, el semen un poco salado en mi boca. Me la pasó todo, o todo lo que pudo. Se alejo un poco. —Trágatelo—, me lo dijo en voz baja, era una orden. Yo lo miré para ver si hablaba en serio. Lo hacía, lo tragué fue difícil, lo sentí muy espeso, no bajaba como el agua, pero bajo. ...
    ... —Ya—, le dije. —A ver—, me dijo. Abrí la boca, creo que no había nada. Luego de mirarlo, se me acercó y me plantó otro beso enorme. Me tomó de la mano y me hizo seguirlo hacia arriba. Entró en el cuarto donde hace apenas una hora y media tenía yo a mi prima a punto de coger. Yo todavía traía el pantalón en los tobillos, me lo iba a subir, pero me dijo: —No, así déjalo—, yo estaba consciente y recuerdo lo que sucedió, pero extrañamente no tenía voluntad. Me quite el pantalón y de la cintura para abajo estaba desnudo. —Bueno sobrino, yo te ayude, ahora ayúdame tu a mí—, se quitó el suéter, y una camisa. Nunca me había imaginado como era mi tío, y ahora lo veía. Era un tipo de unos cincuenta y tanto años. Con pelo en pecho, algunos ya empezaban a echar canas. Un poco de pancita, pero muy ligera, brazos anchos, espalda ancha. Estaba muy bien para su edad. Hizo que me acercara a él, me quitó también la chaqueta y la camisa. Ya estaba completamente desnudo. Me abrazó, él era unos cinco o seis centímetros más alto, pero más grueso. Hizo que hincara frente a él y me pidió que le abriera el pantalón. Lo hice, lo baje. Traía una trusa y ya se le notaba la verga, era larga y gruesa, así sin verla bien. Baje la trusa y su verga me golpeo en la cabeza, era grande, pero sobre todo era gorda: 19 centímetros, pero bastante gruesa. Estaba morcillona, la tomé con mi mano derecha y la sentía muy pesada, como si fuera algo más que una verga. Lo miré y me dijo —Vamos—. Yo no sabía bien que hacer, ...
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