1. Historia del chip 019 - De tiendas - Daphne 007


    Fecha: 26/04/2019, Categorías: Grandes Relatos, Lesbianas Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    Llegaron a un complejo solitario. Daphne sintió cierta aprehensión. No conocía esta parte de la ciudad y sus H4 no le permitirían correr. Por suerte, las hormonas todavía no se habían puesto a cien o hubiera pedido a Jennifer que la violase en el taxi, conducido por un robot y que quizás hubiera informado. Lo malo era que lo más probable es que llegase el ataque de lujuria en la tienda. A todas luces, Jennifer ya había estado aquí antes. Apenas podía seguirla. No es que no estuviera ya acomodada a sus H4, es que la cadena entre las piernas se movía más de lo que hubiera deseado. El peso de las cadenas por debajo de las caderas unido a su propio movimiento no hacía más que estorbar. Cuando estaba quieta, los pies ardían. Si se movía eran sus genitales. Resultaba turbador y excitante. El perfume sobraba. Lamentablemente no podía extraerlo mágicamente de su piel, de su sangre o de sus órganos. Su mente estaba ansiosa por saber cuándo iba a llegar el ataque. Sabía que se estaba alimentado una expectativa de deseo. Con el tiempo ya no haría falta el perfume o bastaría una dosis menor. Ese temor todavía la encandilaba más. Se imaginaba como sería estar siempre en ese estado, suplicando ser penetrada con cualquier objeto o con sus pezones maltratados. Entraron en una tienda de ropa que apenas disimulaba lo que parecía una tapadera de algo más turbio y acabaron en un sótano tan extraño como increíblemente lujoso. Para ser un lugar clandestino, la decoración era extremadamente cara. ...
    ... Había un chico y dos chicas. El chico saludó a Jennifer con un beso en la boca y hasta le apretó el culo. Jennifer le sonrió con su dosis de seducción imposible. —Esta es H4. Daphne H4. Éste es Bernabé. Un antiguo alumno de la escuela. Pirata mayor del reino y salido oficial del barrio— explicó Jennifer a Daphne que se había acercado con timidez a Bernabé. —Nada de recato con un buen amigo. Deja que te sobe bien— le indicó A1. Daphne le besó teniendo que agacharse. Era bastante bajo y los H4 eran kilométricos. Pronto llevó Bernabé la cara a los pechos de Daphne. —¿Realmente son naturales? Es increíble. Te felicito, Jennifer. Es un bombón— explicó exaltado Bernabé mientras apartaba la cara. Hablaba como si Daphne no estuviera ahí. —Deberías verla cuando lleva el perfume que me proporcionaste. Se le acaba la timidez— reiteró A1. Viendo como la cara de Daphne se ponía roja, sonrió. —Así que te lo has puesto. No estaba segura, Me alegro. Estas de suerte, Bernabé. Podrás verla en su salsa. Bernabé negó. —No es mi idea de una barbacoa. No me gusta que una chica venga conmigo por una cuestión química. Al menos, sólo por una cuestión hormonal. Pero vendrá bien para que paséis el rato. Daphne, tengo que hacerte un escáner 3D. Luego podéis pasar a descansar a un pequeño office que tengo detrás. Necesitaré una hora para confeccionar todo. Daphne no tenía ni idea de qué estaba hablando. Se quitó el vestido cuando Jennifer lo solicitó. Quedarse desnuda ya no le importaba en absoluto, pero ...
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