1. Mis compañeros me convirtieron en Camila


    Fecha: 04/05/2019, Categorías: Transexuales Autor: camitv, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando ocurrió esto, yo me encontraba cursando el primer año de la preparatoria; en esa época era un niño solitario de 18 años. Era muy delgado y completamente lampiño con rasgos infantiles; me vestía de manera holgada y sencilla para no llamar la atención, normalmente jeans y playeras; en eso días ya tenía una larga cabellera que me llegaba unos 10 centímetros abajo de los hombros, tenía las orejas perforadas en una especie de capricho por intentar parecer más rebelde. Por consiguiente mi apariencia no me ayudaba a sociabilizar con las chicas y mucho menos con los chicos pues consideraban mi apariencia afeminada; si, algunas veces había sido confundido por chica, pero no me molestaba, por el contrario algunas veces me había aprovechado de ello, en especial en el trasporte público, para conseguir un asiento y poder estudiar tranquilo. Mis padres… mis padres eran los grandes ausentes, me la pasaba el 90 % del tiempo solo en casa y mientras no diera problemas y tuviera buenas calificaciones me dejaban hacer lo que quisiera. Todo comenzó unos 15 días después del regreso a clases tras las vacaciones navideñas, el colegio donde estudiaba organizo un viaje a provincia, que serviría tanto para estudiar como para hacer un poco de servicio a la comunidad. Para mi desgracia era obligatorio. Dos días después me enteraba que viajaría con los 15 chicos restantes de mi grupo y como coordinador tendríamos al maestro de educación física, un punto más que aumento mi desanimo, no es que fuera ...
    ... mal profesor, pero solía bromear sobre mi falta de masculinidad, aun así, solo solía ignorarme. Así que me mentalice, y solo vi las cosas positivas que obtendría del viaje. Tres semanas después me encontraba dejando mis maletas en el colegio. Fueron recibidas por Ricardo, el encargado del grupo de organizar todo, me dio mi vale lleno el formulario con santo y seña de mis cosas y me indico que nuestra salida sería dos días después, que las habitaciones nos habían sido ya asignadas y que nuestras cosas estarían allí, que por cualquier error estaba el vale. Pero que yo no debía preocuparme de nada, al decirme eso hizo una ligera sonrisa medio sarcástica. Tome mis cosas y me retire. La salida fue caótica, gritos risas y muchísimo movimiento y luego dos largas horas de camino escuchando chistes y obscenidades, un grupito encabezado por Ricardo, saco un par de botellas de ron y con el beneplácito del maestro comenzaron a beber. La mitad de las reglas las estaban rompiendo en ese momento, pero mientras no me molestaran no me preocupo. En cuanto a mí, note que me veían con cierta maldad y burla y cada vez que alguien me volteaba a ver en mi solitario viaje se reían a carcajada limpia. Por dentro sabía que debía preocuparme por esa situación, pero como hasta el momento solo me ignoraban, opte por no hacerles caso alguno. Me coloque los audífonos y aumente el volumen para aislarme completamente del mundo. 35 minutos después hicimos la primera escala en un pintoresco pueblo, si en vez ...
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