1. Teresa y el joven inexperto


    Fecha: 31/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: DogSatan666, Fuente: xHamster

    ... tener la mayor erección de mi corta vida.-Bueno niño, gracias………) y tu madre no está?,-No, debe de estar comprando-Pues nada, gracias y hasta luego.Cerré la puerta y lo primero que hice fue irme al baño y masturbarme pensando en aquella mujer, que hasta ahora nunca había aparecido en mis sueños.A partir de ese momento no lograba quitarme de la cabeza el escote de esta mujer. Era todo el santo día pensando en ella. Pero claro nunca podía imaginar lo que ocurriría en un futuro.A la semana siguiente, el martes concretamente, que era el día en que le tocaba venir a hacer su trabajo, volvío a ocurrir lo mismo. Yo la había estado esperando toda la mañana y cuando sonó el timbre me puse hasta un poco nervioso (qué ingenuo es uno con esa edad). Fui a abrir la puerta.-Hola niño, me puedes dar agua…Esta vez creo que la recorrí con la mirada de arriba a abajo, especialmente parandome en sus senos. ( Qué buena estaba !. En esta ocasión no necesite que se agachara para ver su escote, allí mismo de pie ante mí, ya me puse a cien, pensando en lo que un inexperto como yo podría aprender de esta hermosa mujer.Le dije que enseguida le llenaría el cubo con agua, pero esta vez la invité a pasar a la entradita de la casa. Como queriendola Aseducir@, esta vez fui más amable. Pasó y cerré la puerta. También me encontraba sólo en casa.-Quiere usted tomar algo mientras lleno el cubo-No hombre, si eso es solo un momento, y tengo cosas que hacer…..No insistí y me dirigí a la cocina. Para ese momento ...
    ... tenía una erección que me estallaba a través del corto pantalón de deporte. Mientras caía el agua en el cubo, empecé a tocarme en la soledad de la cocina, incluso llegué a sacarme la pija del pantalón y masturbarme como dos o tres segundos, pensando en la mujer que se encontraba en la entrada de mi casa.Ahora me río cuando digo la soledad de la cocina.Cuando el cubo se llenó de agua y lo retiré del lavabo, ví que Teresa estaba en la puerta de la cocina. Me quise morir. Qué verguenza más grande. )Me habría visto? )Se lo diría a mis padres?Todo el nerviosismo de un principio se multiplicó por mil. No sabía qué decir. No sabía que hacer.-Como tardabas, he entrado para ver si te hacía falta ayuda, pero veo que a tí lo que te hace falta es otra cosa – dijo ella –No podía articular palabra. A mi mente sólo venía la imagen de mi padre dandome una buena zurra.Ella me miró a los ojos y comentó:-Vaya juventud con la de mujeres que hayCogió el cubo, se dió media vuelta y se dirigió a la puerta.No sé si por la edad, por el estado de nervios en que me encontraba, o por el temor de que se enteraran mis padres, comencé a llorar como un desconsolado.En ese momento Teresa dejó el cubo en el suelo y se dirigió a mí, y quitandome mis manos de mi cara, que querían ocultar el llanto, me dijo:-Que te pasa granujilla, porque lloras, si eso a tu edad es muy normal….Aquellas palabras me resultaron como el mejor bálsamo que podía recibir en esos momentos. Las interpreté como las palabras de una madre ...
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