1. Griselda


    Fecha: 15/05/2019, Categorías: Sexo Interracial Sexo con Maduras Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... más, pero seguía sin conseguir quien me cogiese. A los 6 meses después del parto comencé nuevamente a trabajar y volví a viajar en el tren San Martín, desde Hurlingham hasta Retiro, si bien volví a sentirme bien por las apoyadas y toqueteos que recibía durante el viaje de ida, y mi cuerpo era otra vez casi el mismo, porque después del embarazo solo me quedaron tetas más grandes y estrías que no se veían si tenía ropa, ningún hombre se me acercó con ganas de coger, ya que muchos me decían cosas pero cuando los encaraba se iban al mazo por lo que cada vez me desanimé más. Un día, cuando baje en Retiro vi pasar, a mi lado, a un tipo muy apurado. Visto de atrás era interesante por lo que apuré yo también el paso y lo alcancé a ver más detenidamente cuando teníamos que mostrar los boletos. Realmente estaba bueno, tenía unos 40 años, pelo corto y barba muy bien cuidada, estaba vestido con saco y corbata, llevaba maletín y unos zapatos muy bien lustrados, por lo que supuse que trabajaría en alguna empresa y si bien vi que tenía alianza no me importó, era un macho con el que me gustaría revolcarme. Después de mostrado el boleto trate de ponerme a su lado pero subió a un taxi por lo cual me quedé con las ganas. Un par de días después, lo vuelvo a ver, perro subió nuevamente a un taxi sin siquiera haber cruzado su mirada conmigo. Decidí entonces comenzar a viajar en el primer vagón, y no bajar hasta que el ultimo pasajero del tren pasase por el andén a fin de poder ver donde viajaba, ...
    ... eso me sirvió para recibir más de un palabrota pero les hacia oídos sordo porque quería saber si ese hombre, con el que me había calentado viajaba en ese tren, si había aguantado ya casi 15 meses sin ninguna pija una semana mas no le haría diferencia. Lo cierto es que sí, viajaba en el mismo tren todos los días por lo cual calculando en que vagón lo hacía me fui trasladando de uno a otro, aunque no lo localicé. Mi espíritu de detective se fue al piso y decidí volver a buscar un macho para retozar, estaba en eso cuando siento que me preguntan si me pueden acompañar, pregunta por lo demás archiconocida, por lo que no me volví a ver quién me lo preguntaba. No obstante cuando pasa a mi lado, lo veo y veo que era él que me sonrió pero siguió su camino. Maldije mi suerte pero me termine convenciendo que había sido lo mejor para que no pensase que era una chica fácil. Lo cierto es que luego no volví a cruzarlo por más que mirase y esperase a que el último pasajero cruzase el molinete durante unos 20 días. Una tarde cuando estaba regresando lo veo que pasa caminando por el andén, dirigiéndose a uno de los primeros vagones, noté que me vio pero me hice la disimulada; estaba por ir hacía más adelante pues quería intimidar con él pero me dije ¡Ya vendrá! Y efectivamente no había aun arrancado el tren cuando lo vi venir caminando por el vagón y cuando llegó a mi asiento, caballerosamente, me preguntó si se podía sentar a mi lado. Yo como no habiéndome dado cuenta de quién era le dije que ...
«1234...7»