1. Denisse


    Fecha: 16/05/2019, Categorías: Hetero Autor: oursnoir69, Fuente: CuentoRelatos

    En ese tiempo yo tenía 26 años y daba asesorías para certificación de calidad en distintos lugares del país, y ese trabajo me había llevado a la costa del sur de Veracruz, cerca de Minatitlán. Ahí, me hospedé en un hotel sencillo, en el que no había más de diez habitaciones, por lo que el ambiente era muy tranquilo, además de que los que ahí llegábamos prácticamente sólo estábamos por las noches, o por muy temprano ya cerca del atardecer. En la habitación contigua se alojaba una joven de cabello oscuro, largo, rizado, piel morena clara, 1.65, busto prominente y caderas anchas. Todo un bombón. Luego supe que tenía 23 años y que su especialidad era en sistemas. Con el calor que hace en la costa, la vestimenta que se usa es sencilla, más para los que no somos originarios de esa zona. Así que aquella noche de lunes yo llevaba chanclas, short y una playera, y tenía mi dotación de cervezas para sofocar el calor. Ella también iba con ropa sencilla: sandalias, falda de mezclilla y una blusa sin mangas. Estuvimos platicando un rato en una sala que el hotel tiene a la entrada, junto a la recepción, primeramente de cosas intrascendentes y luego ya entramos a temas más personales, por lo que con una plática que empezaba a a subir de tono nos fuimos a seguirla en su habitación, que estaba al fondo del lugar, no sin antes pasar a la mía por unas cervezas. Ahí seguimos platicando un rato, mientras tomábamos un par de cervezas para el calor, y después de un rato me acerqué a ella y la ...
    ... besé suavemente en los labios, a lo cual ella respondió favorablemente. Así nos empezamos a acariciar por encima de lo que llevábamos puesto, hasta que ella me quitó la playera que en ese momento llevaba. Para no quedarme atrás, yo quité su blusa y nos abrazamos estrechamente, ya que ella no usaba en ese momento sujetador. Empecé a morder suavemente sus orejas, bajé besando su cuello y seguí hacia su pecho, en donde sus pezones empezaban a endurecerse. Los lamí, y luego empecé a succionar, como si estuviera mamando, mientras mis manos se dirigían al cierre de su falda, la cual cayó a sus pies, quedando solamente con su tanga, la cual era blanca, de encaje. Ella a su vez me quitó el short, de tal manera que me dejó sin nada puesto. En seguida la acosté en la cama, con las piernas colgando, y yo me arrodillé abajo de la misma, con lo que su vagina quedó perfectamente a la altura de mis labios. Quité su tanga y empecé a pasar mi lengua por sus labios, de abajo hacia arriba, deteniéndome de vez en cuando en su clítoris, el cual aparte de lamerlo le di algunas pequeñas mordidas, hasta que sentí una humedad indescriptible en su interior. Después de eso la subí totalmente a la cama y me acomodé a su lado, donde nos estuvimos besando y acariciando apasionadamente hasta que me dijo que estaba preparada y quería que la penetrara sin más espera, por lo que me giré, quedando sobre ella, y llevé sus piernas encima de mis hombros, mientras me dirigía con mi pene a su interior y apoyaba mis ...
«12»