1. Vulva negra y cachonda


    Fecha: 17/05/2019, Categorías: Zoofilia Autor: jucatove1968, Fuente: SexoSinTabues

    Cuatro meses largos que no había podido copular sin mis hembras Hola comunidad buenas noches, mi presentación está escrita en mis narraciones anteriores donde explico al detalle mis inicios y evolución en la zoofilia, al igual que las diferentes sensaciones que se sienten con todas las hembras, en varias de ellas he comentado el lugar donde tengo mis aventuras en la zoo, por tanto omito el protocolo y voy al grano. Prácticamente desde hace cuatro meses no he estado con mis hembras animales, pues no había podido estar totalmente solo, la última vez fue con una burra y estuve a punto de ser encontrado en pleno acto, no niego que después en varias oportunidades he buscado burras o cualquier otra hembra que pueda sin éxito, sin embargo en la última semana de abril me encontraba solo en la finca de mis padres y que actualmente administro, a eso de las cinco de la tarde culminaba las labores de campo: le di de beber a las vacas y las dejé a corte de pasto, cerré los galpones donde permanecen las gallinas, encerré las ovejas y cabras, metí los cerdos a las cochineras, luego arrié los becerros a los corrales, al contarlos me hizo falta una becerra de seis meses color café oscuro, fui a buscarla y estaba suelta a un lado del potrero así que la eche por delante, ella siguió por instinto siguió para el corral, en la medida que caminaba movía el rabo para los lados dejando expuesta esa vulva negra bastante llamativa, lo cual me despertó ese instinto sexual, cada que podía le trataba de ...
    ... meter los dedos entre la vulva quedando untado de un poco de excremento, como pude le tome una foto a su cosita rica, luego saqué mi pañuelo y como pude la limpié bien, después le tome otra foto, y la seguí arreando hasta encerrarla con los otros becerros, estando en la casa me conecté a la red e ingresé en ésta página, descargué las fotos que le había tomado a la becerra y me puse a verlas, al ampliarlas pude ver esa delicia en toda su dimensión, inmediatamente sentía esos deseos de hacerla mía, ya caída la noche sin esperar más me fui hasta el corral, le coloqué el cabezal y me la llevé al interior de la casa a un cuarto donde se guardan las herramientas, me di una vuelta por los alrededores encendí las farolas y regresé hasta donde tenía mi becerra y la até lo más cerca que pude. Con la certeza de estar completamente solo me desnudé totalmente, me acerqué a las ancas de mi hermoso ejemplar, y me puse a pasarle la mano por sobre la vulva, poco a poco le introducía los dedos tratando de frotarle el clítoris, se fruncía y se movía bastante, duramos batallando algo más de media hora hasta que se fatigó, unté lubricante tanto en su vulva como en mi pene, me paré sobre un tronco previamente conseguido quedando bien en altura, abrí su vulva y con toda la calma coloque mi pene en su entrada, me acomodé bien a su vez con mis manos la sostenía por si se movía hacia los lados, inicié a hacer fuerza en la medida que la penetraba, la becerra abrió las patas, se arqueó, levantó el rabo y ...
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