Incesto Madre Boliviana - Relatos Eróticos

Incesto Madre Boliviana

Mi nombre es Juan José, mi familia es una típica familia boliviana excepto por una cosa, desde algún tiempo atrás mi madre y yo culeamos cada vez que mi papa no esta. Todo empezó cuando le llego a mi madre una invitación para asistir a un bautizo de la hija de un familiar del lado de mi padre, pero como ya es costumbre mi padre no quiso ir a ese evento puesto que la familia de mi padre odiaban a mi madre, porque según ellos mi madre nunca podía hacer nada bien (entre otras cosas). El se negó rotundamente, según el no quería otras situaciones tan incomodas como ya tuvieron otras veces; pero esta vez ella no quería quedarse con la espinita, y fue cuando ella me pidió que la acompañara al bautizo. Yo no lo sabía entonces pero esa iba a ser la mejor noche de mi vida. Al llegar al salón de eventos sociales los familiares de mi padre no querían saber nada de mi madre (como ya dije, no es nada raro); estábamos parados solos como idiotas hasta que llego otra parienta que estaba en las mismas que mi madre, se entendieron desde el principio y con eso ya era suficiente compañía, las dos se pusieron a bailar yo creí que con eso la noche para mi madre seria todo un éxito (porque no estaría abandonada como quisieran la familia de mi padre). Pero todo se deterioro rápidamente cuando esa parienta vio llegar a unos invitados con los que se llevaba muy bien, le hiso a mi madre la señal de enseguida vengo pero nunca volvió, la humillación comenzó a notarse con cada minuto que pasaba, ella ...

... bailaba sola sin nadie que le haga caso; yo estoy pasando por los 13 años y mi cuerpo aún no esta bien desarrollado y además soy bastante flaquito, pero de todos modos salí al rescate, me puse de pareja de baile de mi madre; éramos una pareja de baile ridícula la mujer era mas grande y corpulenta que el hombre pero de algún modo eso le abrió los ojos a mama para que además de que me vea como hijo también me viera como una potencial pareja de baile, pero solo eso (por ahora). Nuestra parienta por fin se acordó de nosotros y junto con mama ocuparon su tiempo en tomarse todo el Ron que pudieron pero cuando llego el momento de regresar a casa la parienta simplemente desapareció y mi madre ni siquiera no podía ni permanecer de pie, yo la ayudaba y poco a poco me animaba a pasarle la mano por los senos y parte de la cintura y el trasero; aparte de que ella no podía permanecer de pie también insistía en continuar la parranda; eso para mi beneficio porque era la excusa perfecta para seguir tocando todo su cuerpo, fue peor cuando entramos a un taxi a empujones que pude sentir el calor de su cuerpo, ya dentro del taxi ella se durmió a lo cual aproveche para tocarla disimuladamente para que el taxista no se diera cuenta; al llegar a casa yo creí que mi pequeña aventura con mi madre llegaba a su fin pero estaba equivocado pues mi padre se fue de parranda con sus amigos dejando la casa bacía para esta hembra sabrosa y yo. Por supuesto que en ese momento no pensaba ni remotamente en tirarme a ...