1. HABITACIÓN 103 –almas gemelas-


    Fecha: 19/05/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: teomiranda, Fuente: RelatosEróticos

    CAPÍTULO I Perdida en el borde del vaso, observando las huellas que iban dejando por las paredes del cristal los restos de licor que sus labios habían dejado con el último sorbo; desde el límite del dibujo del carmín rojo fuego, por todo lo largo del vidrio se dibujaban caprichosas formas que a ella y su estado de ánimo les parecían fascinantes. Al otro lado del local, no muy lejos de allí, porque el local no era muy grande, alguien la observaba, en realidad la escrutaba, parecía querer aprenderla de memoria. Se había fijado de arriba a abajo en ella, en el tono canela de su piel; no le había pasado desapercibido el color de su cabello, que podría asegurar que era teñido, ni el corte de su rostro, triste, acomplejado, melancólico pero bonito, muy bonito a su parecer. No había dejado pasar por alto sus senos, de alguna talla superior a los de su esposa, bien enhiestos, quizás producto del sujetador o de la cirugía, pero de cualquier manera apetecibles, muy apetecibles. En su cintura no aparecía ni una marca de grasa, su blusa estaba totalmente pegada a su cuerpo y no se apreciaba nada que sobresaliera de su vientre plano y, pensó, seguro nunca ha pasado por la preñez. Vestía un pantalón que marcaba de manera impecable unos perfectos y torneados muslos; no parecía muy alta y lo primero que llamó su atención fue su calzado, en realidad eso fue lo que le hizo no poder dejar de mirarla desde que entró en el local; usaba unas sandalias negras de cintas de charol y tacón alto que ...
    ... dibujaban unos pies de dedos perfectos y uñas arregladas y pintadas en el mismo tono que sus labios y las uñas de sus manos. No parecía vestida para este lugar de la selva, sin embargo pasaba desapercibida para el resto de clientes del local que estaban a lo suyo sin prestar atención alguna a aquella mujer. Como todos los viernes había estado supervisando los trabajos de siembra y recolección de cacao que tenía por aquellas tierras, así como la correcta distribución y envió de café del que era uno de los principales acopiadores de la zona. Un hombre adinerado de fortuna acumulada con el trabajo de años y saber aprovechar las oportunidades y, ahora tenía una oportunidad a pocos pasos que no le aportaría dinero pero, si la fortuna de conocer a una mujer como hacía tiempo no había visto. CAPÍTULO II Como cada mañana él despertó antes que ella, como cada mañana desde hacía seis años, cinco criaturas y un aborto a causa de una de las palizas recibidas, él despertó antes que ella y con ganas de sexo; como cada mañana en las que él despertaba antes que ella porque ella no pudo acostarse pronto como él, porque no pudo descansar toda la noche de un tirón como él, porque tuvo una vez más que ocuparse de la profunda tos de uno de los pequeños, no como él, que nada de eso le preocupaba, sólo su trabajo como capataz en el fundo del señor, el alcohol, las putas y el sexo con ella, si es que tenía ganas, si antes no había estado con putas. Como cada mañana, exigente, sin más preámbulos, sacó ...
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