1. MIS SUEGROS ME DOMINAN


    Fecha: 20/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... gente. Algunos quisieron darme por culo y yo accedí. No sé porque era completamente sumisa. Con el tiempo me convertí como un muñeco de feria. Hacía sexo delante de todo el mundo, como si fuera un espectáculo. Si no llegaba al orgasmo me masturbaba delante de todos los presentes, bien abierta de piernas para que todos me vieran. Mis suegros cobraban dinero a sus amigos o conocidos por tener sexo conmigo o por ver las guarradas que yo hacía y yo no cobraba ni un duro. Hicieron que mostrará mis intimidades delante de cualquiera, amigos o conocidos por sacar un dinero. Una vez trajeron a un homeless que vivía en la calle y me hicieron que se la chupase hasta que se corrió en mi boca. Otra vez buscaron a tres chavales jóvenes para que me la metieran por mis tres agujeros, coño, ano y boca hasta que se corrieron los tres. También hicieron que me follara un perro, un pastor alemán. Y cuando este se corrió me obligaron a chupársela para limpiarle el semen restante. Un día hicieron un bukake y se corrieron en mi cara y mis tetas 23 hombres. Cuando terminó me prohibieron ducharme durante 16 horas. Cuando al final lo hice, me costó un ...
    ... montón sacarme de encima todo el semen reseco. La última perversión de mis suegros fue atarme de pies y manos encima de la cama, con mis piernas totalmente abiertas. Y después cobraron dinero a todos los hombres, viejos, muchachos y mujeres que quisieron follarme. Estuve 24 horas atada a la cama. Me follaron 26 hombres de 16 a 85 años. También vino un crio de 13 años que consiguió eyacular en mi vagina. Hubo unos cuantos que aprovecharon que estaba atada para metérmela por el culo. Y también unos cuantos que me la metieron en la boca, descargando todo su lìquido en mi garganta. Y como yo no podía hacer nada, mi suegra me iba limpiando el semen que salía por mis agujeros. Aún no sé porque yo accedía a todas estas experiencias sin negarme a nada. Después descubrí que mis suegros me hipnotizaron el primer día para que accediera a todos sus deseos. Ellos ganaron un montón de pasta gracias a mí, pero yo no vi ni un céntimo. Y mi marido nunca se enteró de nada. Finalmente un día mis suegros tuvieron que marcharse lejos, y todo acabó. A pesar de todas las denigraciones por las que tuve que pasar no me queda un mal recuerdo de aquella época. 
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