1. La amiga sobrecargo de mi novia


    Fecha: 21/05/2019, Categorías: Bisexuales Confesiones Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos

    ... decía mirándome fijamente a la cara: - Cógeme por favor, cógeme por favor, métemela toda. Me incorporé de un salto y con el miembro tieso como un palo sabía que tenía que penetrarla como nunca antes lo había hecho. En ese momento mi chica no era la chica de la cual me había enamorado, en ese momento mi chica era sólo un pedazo de carne al cual tenía que taladrar hasta hacerla venir como a una puerca. Apunté mis 23 centímetros a la entrada de su empapada concha y se la metí con furia, hasta el fondo de una sola estocada y comencé a culearla como si me estuviera follando a una demonia en el infierno. - Córrete cabrona, Córrete! La sentí correrse expulsando un violento jeringazo de líquido tibio sobre mis huevos mientras endemoniadamente se abalanzó sobre la concha de su amiga comiéndosela a lamidas. Mientras la penetraba de espaldas a mi y con su rostro ocupado en el coño de su amiga, le empecé a trabajar el chiquito con un sólo dedo que fui metiendo con delicadeza poco a poco. Fui acelerando el mete saca poco a poco hasta que la vi voltearse a mi y preguntarme: "Qué me estás haciendo cabron?" Saqué el dedo y se lo mostré, "Te estoy sodomizando cariño, te gusta?" le pregunté perversamente. - Si amor, métemela toda por detrás, hazme gozar como perra hasta perder el sentido. Ni tardo ni perezoso le saqué la verga de la vagina y apunte a su ano colocando mi glande bien tieso en la entrada de su sediento ano. Se la dejé ir en vuelo directo sin escalas desde México hasta Nueva ...
    ... York. El grito que pegó debió haberse oído en todo el edificio. Le empecé a taladrar el coño violentamente, con saña, sin contemplaciones de ningún tipo. La tenía ñacañon con el culo apuntándome y las piernas recogidas, absorbiendo toda mi carne mientras con la mano derecha le empecé a manoplar la concha a cuatro dedos sintiendo cómo de su vulva salía una cantidad impresionante de líquidos malolientes que embadurnaban la palma de mi mano. Ermita, que veía todo con ojos desaforados, se escurrió hacia abajo de la cama colocando su cara pegada a mi mano y la concha encharcada de mi novia y amiga suya. Ermita comenzó a beber de ella, más que a beber porque prácticamente repasaba con su lengua viperina todos los jugos que salían de la ostra de mi novia. Un aullido animal que decía "Me Corro" salió de la boca de mi novia justo en el momento en que de mi verga salieron disparados millones de espermas que quedaron adheridos en el orto de mi enamorada dejándola inerte y sin sentido. Me salí de ella como pude y entre Ermita y yo la acomodamos en la cama. - Qué onda? Se desmayó de placer, nunca había visto algo así - dijo Ermita fijando la vista en mi. A lo largo de la noche todavía poseí a Ermita un par de veces. Mi chica despertó en varias ocasiones sólo pata volverse a dormir mientras yo sodomizaba a su amiga justo al lado de ella. A la mañana siguiente ninguna de las dos podía sentarse ni caminar propiamente. Me tuve que limitar a cogérmelas sólo por la vagina y por la boca. Desde esa ...