1. ROSITA Y CLARITA PARTE III. PLAYA, SOL, ARENA, AMO


    Fecha: 01/11/2017, Categorías: Anal Sexo Interracial Sexo con Maduras Autor: Angelinno, Fuente: xHamster

    ... asegurándose que no la vieran:- Sírveme un vaso como lo sabes servir.- ¿A ti no te serví?- Sí, era mi vaso pero me lo quitó Carlos.- Bueno... Dame un segundo.Quedaba un vaso adicional y le serví un vaso bien lleno hecho con amor, pero al momento en que le sirvo, sin querer tropecé las tetas con mi codo, y se las sentí muy carnosas, enormes y apetitosas, lo que me hizo pensar que no cargaba sostén.Sin dudar de una vez le pregunté:- Seguro que no llevas sostén puesto. ¿Verdad?- No, y abajo tampoco...Ya con eso mataba todas mis interrogantes de un solo tiro, y de golpe se me levantó la verga, pero se me levantó con tanta violencia que se me aporreó con mi pantalón porque no cargaba interior porque me fui como dicen aquí en mi tierra rueda libre.No pude más y se lo solté:- Mi amor, la próxima vez que me digas que no cargas nada, avísame con tiempo, porque hiciste que mi verga se me parara de un solo golpe y se me aporreó con mi pantalón...Rosita soltó una risa que me dejó mudo sin saber cómo responder. Se fue hacia adelante y por un rato me dejó solo allá atrás. Solamente me dijo:- Ay no. Tú y tus cosas...Me quedé allá atrás en los últimos puestos para evitar que se cayera alguna carga. Ya tenían mucho rato que no me pedían whisky, lo que me hizo suponer que ya se acababan de acomodar en la parte delantera para acostarse, menos Carlos quien era el único que lo mandaba a pedir. Yo me tomé dos vasos casi seguidos para quitarme el cansancio cuando a la media hora Rosita me pidió ...
    ... otro vaso. Se lo sirvo y allí me le lancé a la aventura de una vez.- ¿Segura que no carga nada debajo de la bata?- ¿Por qué? ¿Quieres comprobarlo?- Para serte sincero, sí.- Entonces compruébalo.Se puso frente a mí, agarrada en el tubo de la camioneta y sin riesgo ninguno que me vieran; pasé mi mano debajo de la bata ¡¡Y era verdad!! No sólo estaba rueda libre, sino que tenía su cucharota bien depiladita, porque no se le sentía ningún vello.- ¿Ya te diste cuenta? Yo no me caigo a pasiones, me dijo.- ¿Ah sí? Yo tampoco, le repiqué.- ¿A qué te refieres?- Yo tampoco cargo ropa interior, de hecho, yo no uso eso, le respondí.- No te creo. ¿Verdad?- Entonces compruébalo y convéncete por ti misma, - devolviéndole la respuesta que me dijo ahora.Para comprobarlo, se sentó a mi lado izquierdo, donde no se podía ver absolutamente nada y una vez más la oscuridad de la camioneta nos ayudaba bastante. Con las dos manos, me desbrochó el pantalón, liberó mi verga que estaba lastimada de tanto estar parada y enjaulada, y palpó a los lados. Comprobó que yo tampoco cargaba ropa interior y se engolosinó. Me preguntó susurrándome al oído y apretándome la verga con fuerza:- ¿Y cómo vas a hacer en la playa?- Sencillo. Me pongo una bermuda.- No tonto. Me refiero a como me vas a devorar.- Ya lo verás.Por el trayecto suave pero seguro de la camioneta y por las luces que logré identificar a lo lejos, pude deducir que estábamos pasando por Paracotos, lo que indicaba que aún faltaban una hora más para llegar ...
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