1. El profe de ginnasia


    Fecha: 02/06/2019, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    En el colegio donde estudiaba entró un nuevo profesor de ginnasia. Era un hombre moreno de unos 30 a 35 años. Yo era un poco lenta para aprender los movimientos y el profesor empezó a corregirme, pero cada vez que lo hacía asentaba su bulto en mi trasero o caderas. Aquello empezó a gustarme y el evidentemente notó que me equivocaba a propósito, y sus manos empezaron a tocar mis partes más intinmas como nalgas, vientre, senos, y vagina. Un jueves me preguntó si me dejaban salir sola. Le respondí que si casi asfixiada de la emoción, pues me excitaba mucho la idea de pasar un día con él. Yo tenía 16 años, pero mi cuerpo bien desarrollado me hacía aparentar mas edad. Mi profe me citó a las 7 am y me dijo que estaríamos fuera todo el día. Me llevó a una montaña con lindas y solitarias quebradas a unas 2 horas de nuestra ciudad. Allí se desnudo completamente y quedé fascinada viendo aquel bello y perfecto cuerpo masculino desnudo, estaba mirándolo extasiada y el me dijo: ¿Qué esperas?, quítate la ropa. Me desnude temblando de excitación y verguenza. Al quedar desnuda me dijo: !Qué bella eres!!!, y sin mediar palabra me beso apasionadamente en la boca. Ese beso fue lo más divino que había sentido, hasta que él me hizo rodear su cuello con mis brazos y empezó a manosearme viril y lujuriosamente. Al rozar mi clítorix tuve el primer orgasmo de mi vida, fue algo completamente inesperado y potente, y ...
    ... no pude disimularlo. Entonces me llevó a unas rocas lisas donde había colocado su toalla y me acostó allí abriendo mis piernas. Comprendí que me desvirgaría y le dije: Soy Virgen, el me beso con ternura y me dijo: "Mi rubia preciosa, hoy te hago mi mujer, hoy rompo tu virginidad", yo estaba temblando de miedo y deseo cuando sentí su sexo hundiendose completamente en mi cuerpo, al metermelo todo me sentí llena y completa por primera vez, sentí un dolor agudo que persistió mientras su virilidad invadía mi cuerpo, y de pronto, de la nada un nuevo orgasmo explotó en mis entrañas. Perdí la cabeza de placer y deseo, mi cuerpo se desconectó de mi cerebro y empezó a moverse lujuriosamente al ritmo de sus embates, y no controlaba ni mis gemidos, pues gemí ruidosamente de placer hasta que lo sentí acabar dentro de mi cuerpo y tuve un nuevo orgasmo. Mi profe me hizo el amor 7 veces ese día, eyaculando profundamente en mi vagina, ano, y boca. Mientras volvíamos a la ciudad me dijo que sería su hembra de ahora en adelante y tiraría con él cada día, me dio una pastilla y me dijo: Esto evitará que te embaraces, pero el lunes después de clases iremos al ginecólogo para que te examine y mande anticonceptivos. Por casi 2 años copule con el cada día, satisfice todos sus deseos, y fui su objeto sexual. Nuestra relación terminó al irme a estudiar a la Universidad. Aún hoy, 3 años después lo extraño con locura 
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