1. Viajando en el tiempo (4)


    Fecha: 03/11/2017, Categorías: Grandes Series, No Consentido Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando llevaba un mes allí, después del desayuno, fue llevada a otra dependencia que no había visitado nunca. Había cuatro mujeres más, todas de su grupo, y esperaron juntas, en silencio, hasta que apareció un hombre que les dio una breve explicación. -Según informan vuestros entrenadores, estáis preparadas para atender a los servicios para los que habéis sido traídas aquí y que no es otra cosa que servir de putas de alto standing para gente muy importante. Deberéis comportaros con los clientes con absoluta sumisión y responderéis a las preguntas que os hagan con lo que se os ha enseñado. No podéis hablar de nada de vuestras vidas ni dar ningún dato personal. Tenéis prohibido decir que no a cualquier cosa que os pidan siempre que sea para que ellos disfruten de un mejor sexo. Ellos ya conocen los límites. ¿Lo habéis entendido? -Sí, amo. –Respondieron todas a la vez. Les repartió unas tarjetas mientras les decía: -No habléis de política, acontecimientos, noticias de prensa, etc. Ante la duda es mejor que os calléis o aleguéis no saber. Cualquier error por vuestra parte, si es solucionable, supondrá la aplicación de terribles torturas y si no lo es, será vuestro fin. Con esta tarjeta os darán ropa adecuada para estar con el cliente que os corresponda. Y recordad: Un cliente insatisfecho es un duro castigo y una penalización económica. Y añadió: Los regalos que os den y las propinas, son íntegras para vosotras. La organización os asigna un porcentaje del beneficio, y todo ello ...
    ... quedará guardado aquí hasta que seáis liberadas. Eva estaba muerta de miedo por temor a equivocarse, pero las últimas palabras la llenaron de esperanza: “hasta que seáis liberadas.” Y se repitieron en su cabeza, una y otra vez. Las pasaron a la siguiente estancia, donde unas mujeres, desnudas como ella, se afanaban en preparar vestidos y zapatos con arreglo a una lista. Cuando Eva mostró su número, le señalaron a una de ellas, que la llevó a otra estancia contigua con bañeras, donde la hicieron meterse. El agua templada a la temperatura justa, cubierta por una capa de espuma que despedía un olor maravilloso. La dejaron estar disfrutándolo un rato y luego lavaron su cabeza y frotaron su cuerpo con suaves esponjas. Tras aclararla y secarla, extendieron crema por todo su cuerpo. Eso la excitó y su coño se convirtió en una fuente. La mujer, que se dio cuenta, se arrodilló entre sus piernas y se puso a lamer su sexo, metiendo su lengua por todos los sitios y chupando y lamiendo su clítoris. No hablaron en ningún momento, lo tenía prohibido, pero no pudo parar de gemir ante la experta lengua de la mujer que la recorría entrando y saliendo por todos sus recovecos y azotando con ella su inflamado clítoris. No le costó alcanzar su primer orgasmo, ni los otros dos que lo siguieron. Cuando ya estaba más relajada, la mujer limpió con un paño perfumado sus piernas y coño, dando por terminada la higiene. La sentaron frente a un espejo, procediendo a peinarla. Ahí se dio cuenta de lo que ...
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