1. Desafío de galaxias (capitulo 50)


    Fecha: 03/11/2017, Categorías: Grandes Series, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    Marisol e Hirell, entraron en el hangar principal del Fénix, donde el nuevo regimiento estaba formado. Era la primera vez que embarcaba con ellos desde que, por razones políticas, había tenido que ampliarlo. Estaba de viaje a Edyrme, donde tenía prevista una reunión con el presidente y el grupo de cancilleres principales. Iba acompañada por Hirell, por expreso deseo de Marión, mejor dicho, por imposición de Marión. —¡No seas cabezona! No puedes ir sola a la capital federal, —la decía Marión. —Tenemos tres frentes abiertos, y si yo tengo que ir a Edyrme, Anahis y tú, tenéis que quedaros aquí, —la rebatía Marisol— y la cabezona eres tú, además, no voy sola, hay más de dos mil quinientas personas en esa nave, y además esta Sarita. —¡No me líes que no lo vas a conseguir! Llévate también a Hirell: necesitas a alguien de confianza a tu lado… además de Sarita. —Sabes muy bien que todos los que están en el Fénix son de confianza. —¡Sí! Pero tú siempre trabajas con nosotras y con Hirell. —¡hay que joderse! Cuándo te pones en plan “mama gallina” te pones muy plasta. —¡Y cuándo te pones cabezona, te pones insoportable! —¡General Martín! Te vas a llevar a Hirell, y no hay más que hablar, —intervino Anahis con tono inflexible. —¿Tú también? ¡joder! Está bien, me lo llevo, así descansa que lo tienes exprimido. Acababan de partir de Mandoria y, sin perdida de tiempo, quería aprovechar el viaje para conocer mejor a los nuevos miembros del regimiento, y eliminar, cualquier tipo de suspicacia ...
    ... que pudiera surgir entre ellos —Mi señora, regimiento formado y listo para la revista, —anuncio el coronel al mando cuadrándose ante ella, un español al que conocía de los tiempos del Tercio Viejo. —Estoy segura de eso coronel, vamos al grano, —dijo devolviéndole el saludo. Señalo a un grupo de soldados de la primera fila y les ordeno—: vosotros cuatro: traed ese contenedor y ponerlo aquí. Los soldados salieron corriendo y empujaron el contenedor hasta el lugar que había señalado Marisol. —A ver chicos, acercaros hasta aquí, —ordenó después de subirse a él— vamos más cerca que ya sabéis que no me como a nadie, —hizo una pausa para que todos se situaran—. Como todos sabéis, y se ha comentado ampliamente, por presiones políticas, —se oyeron algunos pitos— me he visto forzada a ampliar este batallón de infantería española que es mi orgullo, y convertirlo en un regimiento pequeño. A muchos de vosotros os conozco desde el Tercio Viejo, a otros, desde la primera operación en que está nave participó: Faralia, y con casi todos he combatido hombro con hombro. Hace más de un año que no veo a mis padres y que no voy a mi pueblo, a mi casa, y con los años he considerado a está unidad, y a la tripulación de está nave, como mi familia. ¡Eso no ha cambiado! A pesar de las ingerencias políticas, —Marisol señaló a los nuevos— ¡ellos no son unos desconocidos! A muchos los conozco personalmente, y al resto los han elegido personas en los que confío ciegamente, —hizo una pausa mirando a todos—. ...
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