1. Mis dos familias - 09 de 10


    Fecha: 13/06/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    Regresábamos para casa y mamá tuvo que romper el encanto y la alegría de la tarde, llamó para decir que se retrasaba, el coctel al que acudía se alargaría y no vendría a cenar tampoco, Don detuvo el coche al borde de la carretera para responder la llamada y cerró el móvil quedándose pensativo. Sentí como se venía abajo y quise gastarle una broma. -No se preocupe don Fernando, los negocios funcionan y aumentan el beneficio cada día. -primero me miró serio y luego rompió a reír y yo con él abrazados, cuando quise dame cuenta su boca estaba sobre la mía, nos estábamos besando desesperados y como locos. -¡Ohh! Don, te quiero, te quiero tanto. -su única respuesta resulto apartarme de él y volver a poner en marcha el auto. No volvimos a hablarnos y cenamos en silencio, lo único que se escuchaba era el ruido de los cubiertos, con los que jugábamos en lugar de comer, y los pasos de la chica retirando los platos sin probar, para colocar otros que seguirían el mismo camino. Terminamos de cenar y me acerque para darle un beso de buenas noches. -Hasta mañana Don, me voy a dormir. -subí las escaleras con unas ganas de llorar enormes, me lavé la boca y coloqué un pantalón ligero para meterme en la cama y llamaron a la puerta. -¿No te has acostado aún? Tenemos que hablar, no me has contado nada de tu viaje y como lo has pasado. -salió de mi todo lo peor que pude encontrar en mi corazón, toda mi decepción acumulada, todas mis ganas de hacer daño. -¿Me preguntas cómo lo he pasado? ...
    ... Divinamente, ejerciendo de puto todas las noches, dejándome follar por todo el que ha querido poseerme, lo que tu me has obligado a hacer. -no esperaba esa reacción que me dejó asombrado, se acercó con la cara hecha una furia y me dio una tremenda bofetada que estuve para caerme al suelo. Le miraba, creo yo que con los ojos desorbitados, sintiendo el tremendo calor en mi dolorida cara, di la vuelta y me tiré en la cama llorando. -¡Te odio Don, te odio!, puedes quedarte con tu puto coche, no necesito ni quiero nada de ti. -se acercó a la cama y se sentó sobre ella intentando sujetarme. -Perdóname Telmo, no quería hacerte daño, perdóname pequeño. -me abrazó muy fuerte mientras las lágrimas corrían a raudales por mi cara. -No me he podido contener al escucharte, mi niñito pequeño y dulce. -me besaba el cabello, con dulzura acariciaba mi espalda desnuda, me soltó un momento y caí de espaldas, él sobre mi sin dejar de besar y acariciarme la piel. -Mi bebé pequeño, nunca lo volveré a hacer, lo siento, lo siento, tienes que perdonarme, dime que me perdonas. -abrí mis piernas y acogí su cuerpo entre ellas, estaba encima de mi, con solo su pijama puesto y yo con solo el pantalón, sentía el calor fogoso de su fuerte cuerpo sobre el mío, sus besos que no cesaban y mi llanto se fue calmando, y respondía a su besos con los míos, sin hablarle para no romper el encanto. Ahora me acariciaba el pecho y me lo besaba dulcemente, pasando los labios por mis pechos, mojándolos con su aliento y deje escapar ...
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