1. Hace unos años con mi hermana Ana (Final)


    Fecha: 14/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Ifardavin, Fuente: CuentoRelatos

    ... experiencia pero ninguna chica me había hecho esto nunca. Estaba en la gloria... Ahora, con más calma, se levantó para hacerme una mamada en condiciones. Se introdujo el nabo en la boca y lo fue chupando, limpiando los restos de nuestras corridas. Hacía intentos de metérselo hasta el fondo, pero le daban arcadas, así que se dedicó a chupar y lamer el glande, dándome toquecitos con la lengua en la parte inferior. La fui girando para poder comerme su coño a gusto, la puse encima de mí, y ataqué sus labios y clítoris con fruición, intentando sacarle otro orgasmo. Metí un dedo en la vagina para lubricarlo y se lo empecé a introducir en el culo. Lo tenía muy estrechito, no parecía que lo hubiera usado nadie... fui apretando con cuidado, no quería hacerla daño. Lo sacaba, lo volvía a lubricar y vuelta a intentarlo, poco a poco. En un momento lo tuve entero dentro, jugaba con él, hacía círculos y un mete saca cada vez más rápido. Se movía tanto encima de mi cara que, a veces, me ahogaba. Entonces la empujaba un poco hacia arriba para poder respirar. Cada vez estaba más descontrolada, se movía más rápido y dejaba, durante unos momentos, de chuparme la polla. Notaba como llegaba su nuevo orgasmo, se veía venir... Con un dedo en el culo y el clítoris entre mis labios se corrió como una loca, gritando de placer, llenándome la cara con sus flujos y restos de mi leche... Cuando se relajó un poco la puse a cuatro patas, no sé si intuía lo que pretendía hacer pero colaboró sin problemas. ...
    ... Me llené la polla de saliva así como su ano, la apoyé en la entrada y empujé... Lo tenía un poco dilatado por el dedo pero no tanto como para permitir el paso a la primera. -Chema, ten cuidado, por favor, ten cuidado... -Si cariño, no te preocupes... Volví a la carga, muy despacio, con una paciencia infinita... Me hubiera cortado yo mismo el rabo si le hacía daño pero quería poseerla por todos lados. Era superior a mí, la demostración de lo que la había necesitado y la venganza perfecta contra mis padres. Al pensar en ellos me entró la rabia y empuje con fuerza, hasta el fondo, como si fuera a ellos a quien sodomizara. Ana dio un grito enorme y me sentí culpable... -¡Cabrón, me has hecho polvo! -Perdona, perdona. No sé qué me ha pasado... Aguanta un poco, anda... Me quedé quieto, con la polla dentro y frotándole el clítoris con los dedos. Lógicamente se iba relajando, el masaje en el coño hacía que ella misma se empezara a mover, al principio despacio, para ir acelerando progresivamente... Yo sí que me iba a correr, no aguantaba, pero fue Ana la que se pegó la gran corrida, apretando el esfínter y haciéndome llegar a mí. Descargué todo lo que me quedaba dentro suyo, mientras no dejaba de meterle dedos en la vagina a toda velocidad. Caímos derrengados en la cama y me quité de encima para no aplastarla. ¡Qué polvo! ¡El más maravilloso de mi vida! Nos quedamos acostados, acariciándonos y dándonos, de vez en cuando, pequeños besos en los labios. No hablábamos, ensimismados en ...