1. El macho de la casa (4)


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Incesto Autor: wendy1988, Fuente: SexoSinTabues

    Continua gua las niñas ya busca es los que todos ser humanos deseo Reprobable. Abusar de adolescentes introvertidas y de niñas menores de 15 años, lo es, ni cómo defenderme; pero, era esto un abuso? De ninguna manera las forcé, o sí? Aproveché su curiosidad, su morbo, éste bastante desarrollado por cierto. Por inercia, sin presiones las cosas se fueron dando solas. La lívido de estas criaturas era muy alta. A pesar de su corta edad su sensualidad estaba presente en todas sus actitudes, al caminar, al comer, al hablar. Todas, las cuatro, Marymar mi cuñada de 15 años, Sabrinita y Noraimita, hermanas, de 12 y 11, respectivamente y Andreinita, prima de aquellas de 12 años, emanaban encanto y feminidad mayúsculos por todos lados. No busco disculpas a lo que hice, ni las necesito, me tocó a mí y ni modo. En muchas reuniones o fiestas, las visitas masculinas, los hombres vaya, que venían a la casa, no podían disimular sus miradas morbosas sobre alguna de ellas, otros más, otros menos, pero la gran mayoría soñaban con esos cuerpecitos tiernos y esas caritas tan bellas. Y es que a veces, las niñas se vestían sinceramente muy poco. Como recordarán ustedes, por esos finales de los 90´s, las minifaldas de licra eran lo último, bien cortas y muy embarradas causaban furor entre las adolescentes y jovencitas venezolana. El maquillaje muy cargado era también muy de moda y en esa casa de puras mujeres, (sólo mi suegro y yo éramos varones, como se los digo en mi primer relato) maquillarse ...
    ... desde tan corta edad, no era ningún problema, así que incluso las niñas se esmeraban en pintarse ojos, mejillas y labios y se peinaban y alborotaban sus cabellos, con tal de parecerse a alguna de las cantantes de los grupos Timbiriche, Flans y demás especímenes musicales del momento. Con sus pies calzados con tacones medianos, esos sí no tan altos y sus muy cortas falditas envolviendo sólo la parte superior de sus muslos, aparecían en la fiesta caminando con inusitada perfección, como pequeñas señoritas, bien derechitas y saludando a todos los presentes, incluso bien perfumadas. Algunas con blusas de manga larga o corta y botones, otra con camiseta de tirantes y otra sin ellos, sólo con una blusa de tubo, tapándose el busto y enseñando su ombliguito. Ya se imaginarán a los caballeros, jóvenes y adultos, con sus cochinas miradas lo decían todo: Algunos pensaban simplemente que "prometían", y que en un futuro estarían listas para lo que fuera; muchos otros ponían cara de impaciencia, de no poder esperar, y de si por ellos fuera ya las tendrían en una cama refocilándose con sus dulzuras, se les notaba la impotencia, eso, su rostro denotaba una terrible impotencia, una terrible desesperanza. Y yo era el afortunado!! Vivía con ellas! Eran mi familia. Anochecía y amanecía con ellas, y ya había probado a dos... Y vaya que las seguí probando. Con Marymar, mi cuñada de 15, ya tenía sexo completo, cogíamos casi a diario, sólo cuando le bajaba la regla le daba vacaciones, y a veces ni eso, ...
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