1. Un trío en mi pasado


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Incesto Confesiones Autor: orestes santoyo, Fuente: CuentoRelatos

    Todo este relato se formó motivado por los recuerdos, un lector pregunto si el trio que cuento en el relato mis primas, había sido el único en mi experiencia; el torbellino de imágenes de la memoria busca, encuentra y cuenta. Si los pase, me remonto al año 1969, no aquel de la postura sino el siguiente a la revolución intelectual que se dio por los movimientos estudiantiles en el mundo, la guerra de Vietnam, en México, la matanza de estudiantes a lo largo del año y la culminación el 2 de Octubre de 1968, la inauguración de las Olimpiadas el día 12 del mismo mes y la llegada de una carta a donde a mi esposa de aquel tiempo le informaban que le habían otorgado la beca de la Fundación Ford, para tomar una especialidad de administración publica en la Universidad de Berkeley. Con el requisito de tener pasaportes listos, en tres días le habían entregado las indicaciones de a dónde y por donde viajar, teníamos que estar en la universidad el 6 de noviembre y yo como consorte acompañante debía pasar un breve examen para saber en qué tipo de actividades se me podría inscribir. En ese corto periodo de tiempo conseguí se me autorizara un año fuera de servicios sin afectar mi antigüedad en el sistema de salud. Dentro de toda la agitación que represento en ese tiempo ambos nos olvidamos del sexo, llegamos a la Universidad y a la recepción nos entregaron las llaves de un departamento pequeño en un edificio próximo al Parque Central, nos dieron un croquis para llegar a este. Era media ...
    ... tarde cuando aún con maletas en la mano, hambre por no haber comido, un poco fastidiados ambos nos fuimos a buscar la casa; el taxista dijo que nos dejaría a tres calles puesto que el parque central estaba invadido por los hippies, verlos en un noticiero o en revistas era una cosa, verles en vivo otra cosa totalmente diferente. Eran poco más de tres mil personas, hombres, mujeres y niños y estaban dentro y fuera de casas de campaña a veinte o treinta metros los grupos policiacos solamente vigilaban, todo era una fiesta, mi cabeza giraba como trompo no sabiendo a donde mirar, la razón, más de la mitad de las mujeres estaban con los senos al aire, los había de todas formas y tamaños, blancos, rosados, morenos y negros, algunas de estas mujeres usaban faldas amplias tipo húngaro, los hombres en pantalones cortos o trajes de baño, estaban jugando a mojarse bañarse con la presión de las tomas de agua que había cada 25 metros en las banquetas que rodeaban el parque. Pese a mi experiencia profesional como médico, las mujeres llamaban mi atención pues siempre es algo novedoso poder observarles así, a jalones terminamos dentro del edificio y dispuestos a instalarnos en el departamento amueblado. La Fundación en un bello detalle había dejado una canasta de frutas y cuatro botellas de vinos californianos, bajamos a buscar donde comer y en un pequeño restaurante familiar encontramos comida caliente, después de una hora habíamos logrado intimar con la propietaria que por módicos 450 dólares ...
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