1. La casa en la playa 7, 8 y 9


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    Para entender este relato hay que leer previamente los relatos de la serie "Las vías" (1 a 4) , ya que la serie de relatos que publicaré son la continuación de la historia nacida en esa serie y, por supuesto, los seis primeros capítulos de éste, publicados anteriormente. Son relatos puramente ficticios, no es una historia real, y están ambientados en la Argentina de la década del 70 y si hay algún término que no entiendan o les resulta grosero, con gusto explico. 7.- Insomnio Los chicos se preparaban para dormir. Matías en el medio, Jony a su derecha le apoyaba el culo en el costado y Eze a su izquierda, le apoyaba el misil en el otro costado y lo rodeaba con su brazo sobre el vientre. A los 5 minutos, izquierda y derecha estaban roncando suavemente. Matías no podía dormir, tenía que asimilar lo que había vivido. Al fin su primo se le había entregado y, por lo que se vio, no sería la única vez. Y Eze!, que bueno que se había animado a hablarle esa tarde y ahora era ya una parte indeleble de su vida de puto! Sin él, todo hubiera sido más difícil. Y que buenísima la idea de venir a San Clemente!!!, una casa para ellos solos, donde coger como coge la gente, en una cama, donde poder coger sin miedo a ser descubierto, sin tener que prestar atención a los ruidos y mirando de reojo la ropa por si tenían que salir rajando, donde poder gritar de placer sin miedo a que alguien escuche, pero sobre todo, un lugar donde, entre cuatro paredes, poder ser él mismo, sin tapar nada. Afuera el ...
    ... rumor lejano del mar, el cielo tan estrellado y tan negro de San Clemente, adentro tres chicos desnudos descansando luego de haber practicado el oscuro rito del sexo entre hombres, oscuro para el mundo pero tan bello como ese cielo estrellado para ellos. De a poco el silencio, la tibieza que lo rodeaba y la suave respiración de sus amigos, lo fue llevando al sueño. Cuando despertó la mañana aún estaba lejos, no se veía la menor claridad en el cielo, pero no tenía un reloj cerca para ver la hora. No podía moverse mucho sin despertar a sus amigos, así que optó por quedarse quieto y tratar de volver a dormirse pero, por más que intentaba, no podía, ya su cabeza se había puesto a funcionar y había puesto también a funcionar su deseo, empezó a manosearse la pija como hacía cuando estaba solo en su pieza de Avellaneda y enseguida su amiga se puso durita, comenzó a masturbarse despacito con la zurda, mientras con la derecha acariciaba las nalguitas de su primo. A medida que se excitaba, aumentaba su audacia, entonces se mojó un dedo y comenzó a explorarle despacio el agujerito, con caricias de su yema sobre el esfínter pero, a medida que se calentaba, pasó a meterle la puntita del dedo y luego un poquito más, y otro poquito, hasta que con cuidado empezó a hacerle un mete y saca cortito con el dedo, mientras su mano izquierda seguía en esa pajita suave. Por lógica su primo abrió los ojos y lo miró extrañado. -Qué hacés Mati? -Estoy muy caliente Jony, no puedo dormir de la calentura, ...
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