1. Las siete vidas del gato - Mi Padrastro Mato por fin al Gato


    Fecha: 04/11/2017, Categorías: Incesto Autor: relatosdesexgay, Fuente: SexoSinTabues

    ... —Papito, ¿anoche entraste a mi cuarto?—Pregunte —Mmm, No. para nada toñito ¿Por qué?— Titubeo. —Es solo que anoche sentí como si algo o alguien se sentó en mi cama. En fin, deben ser solo alucinaciones mías. —Me voy a echar una siesta e iré un rato a la sede del equipo— Comentó. Se fue a su cuarto y me hice cargo de los platos sucios. Regrese a mi recamara a dormir una siesta también. Llego la noche y me prepare para salir con mis amigos a un bar. Toque la puerta de su recamara: —Voy a salir, ¿necesitas algo? —No hijo, solo cuídate por favor. —Dijo al momento que sacaba unos pesos de su cartera y me los entregaba. Nos despedimos con un beso en la mejilla, era algo usual. Apoyé mi mano sobre su pecho desnudo, al hacerlo sentí electricidad de deseo por mi cuerpo al sentir sus vellos sobre mis dedos. Paso la noche en el bar y yo deseando que pasaran las horas rápido para regresar a mi casa. Esa noche tome como seis cervezas. Llegue a mi casa, toque el timbre un par de veces con la única intención de despertarlo. Abrió la puerta un tanto irritado, al darse cuenta que era yo cambio su semblante. —¿Y tus llaves toño? —Preguntó —Perdóname papito, las perdí o deben de estar en el carro. —Dije un poco mareado. Puso mi brazo sobre su cuello y me ayudo a entrar a la casa. Me senté en la sala y él me llevo un vaso con agua con unas aspirinas. –Tomate esto, si no mañana amanecerás con dolor de cabeza. —Me dijo al momento que su entrepierna quedo a la altura de mi vista. Llevaba puesto ...
    ... únicamente unos bóxer en color blanco que a la luz de la lámpara podía ver la sombra de su verga flácida. Yo trataba de ver por la abertura que tienen los bóxer si alcanzaba ver la piel de su verga. Se sentó a un lado mío y me empezó a preguntar cómo me había ido, al momento que sobaba mi pierna con su mano. —Bien, me la pase muy bien. —Exclame al momento que me quitaba mi camisa. —¿Te pasa algo hijo? —Preguntó al momento que ahora sobaba mi mejilla. —Nada papito es solo que me siento un poco borracho, es todo. —Bueno toño, me retiro a mi recamara. —Papito, ven por favor! —Dije casi suplicando. Se regresó y se volvió a sentar en la sala. —¿Qué sucede hijo? —Papito, nunca te he agradecido por todo lo bueno que has sido con mi mamá y conmigo y quiero. —No tienes nada que agradecer hijo, los amo mucho —Dijo interrumpiéndome. —¿En serio me amas papito? —En serio hijo, los amo mucho y no hay nada que no haría por ustedes. Me abrazo y sentí sus vellos en mi pecho, sentía su aliento en mi oído; me beso la mejilla, nos miramos a los ojos con esa mirada que casi podíamos mirar a través uno del otro. —Yo también te amo papito —dije al momento que lo miraba a los ojos. Y esta vez bese la comisura de sus labios. Nos volvimos a ver a los ojos por un par de segundos diciéndonos sin hablar que ambos queríamos lo mismo; lo bese en los labios correspondiendo él a los míos. Nos separamos, nos vimos y me arriesgue a volver a besarlo, pero esta vez metiendo mi lengua en su boca tratando de tocar la ...
«1234...»