1. Aquella noche de Jazz


    Fecha: 27/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: Cascada, Fuente: CuentoRelatos

    ... segundos de duración. Las lenguas se tocaban con intensidad y las manos se circulaban por todo el cuerpo. Besándose logran trasladarse al sillón, donde ella desprende la camisa de Pedro y la quita la sensual musculosa de su amiga. Al instante caen en el sillón y comienzan a besarse y a realizar movimientos frotándose mutuamente. Pedro acaricia por fuera del jean las piernas y la vagina de ella, mientras que al mismo tiempo le besa sus pechos dándole leves mordidas en los pezones. Ella emite gemidos e acaricia el miembro de Pedro notando así la fuerte erección. Luego ella le pide a Pedro que se siente y se relaje. Acto seguido Macarena se quita el pantalón y se arrodilla frente a él, toma el miembro de su amigo y empieza a masturbarlo mientras mantenía la mirada en sus ojos. Luego ubica el miembro apretándolo con sus pechos y haciendo movimientos suaves e intensos. Macarena sentía placer con la intensidad de la erección de su amigo. Pedro desbordado se muerde el labio inferior, por fin sus fantásticas se estaban cumpliendo. Minutos después, ella ubica el miembro despacio en su boca, congela la mirada en los ojos de su amigo y empieza a mamársela suavemente, por momentos sin usar manos, por momentos trazando cirulos con su lengua en la parte superior del pene. Pedro a punto de explotar, le pide a su amiga que se acueste en el piso. Para luego empezar a hacer circular su lengua por sus piernas mientras que con la mano erotizaba el clítoris de Macarena con leves movimientos ...
    ... circulares. Segundos después su lengua se instaló suavemente en la vagina haciéndola explotar de placer ella. Su lengua recorrió todo el perímetro del clítoris mientras que sus manos acariciaban los pechos de la joven. Minutos más tarde él se ubicó por encima de ella y comenzó suavemente a penetrarla. En los siguientes instantes ellos lo hicieron con intensidad progresiva en el piso. Por fin se estaba dando ese momento de placer absolutos que los cuerpos tanto necesitaban. Luego deciden pasar al cuarto en busca de comodidad. En el camino se dejaron vencer por la calentura y empezaron a hacerlo parados contra la pared del corredor. Pedro penetraba a Macarena con mayor intensidad y apretaba fuertemente sus pechos. Los gemidos progresaban al igual que el saxo del jazz de fondo. Una vez que llegaron al cuarto, ella se puso en posición de 4 patas sobre la cama y enfrente al gran espejo que disponía la habitación de Pedro. El continuo penetrándola con intensidad mientras tocaba fuertemente la cola y los pechos de su amiga, ambos dos espiaban el espejo. No podían creer que estaban visualizando ese momento que tanto se hizo desear. Los gemidos ya eran insoportables y ambos llegaron al clímax y al orgasmo al mismo tiempo. Finalmente los 2 cuerpos cayeron fundidos en la cama. La satisfacción se hacía presente dibujada en sus rostros. Ella durmió con la camisa de Pedro y el solamente acompañado de su calzón. A la mañana siguiente lo volvieron a hacer con intensidad. Fue la noche que siempre ...