1. Con mi padre y el entrenador...


    Fecha: 29/06/2019, Categorías: Gays Primera Vez Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    Las pisadas resonaban en la solitaria calle. Rítmicas y pausadas, en perfecta sincronía con la respiración. Revisó el reloj para controlar su tiempo. Una hora y cuarto, el tiempo justo para llegar a casa, darse una ducha fría y reconfortante y prepararse para las clases en la universidad.Su padre estaba preparándose una taza de café cuando Ricardo llegó de su entrenamiento matutino.Que tal tu tiempo? – preguntó al verlo entrar empapado en sudor.Bien, bajé la marca 3 minutos – contestó el muchacho complacido.Felicidades, hijo – dijo el hombre – si mantienes esa marca seguro iras a la competencia nacional.Eso espero, viejo – contestó mientras se quitaba la sudadera empapada y la tiraba en un rincón de la cocina.El padre le reclamó que fuera tan descuidado, mientras se agachaba para recoger la sucia prenda. Ricardo, bromeando y juguetón como siempre le levantó la bata de felpa por atrás, descubriendo el peludo y masculino trasero desnudo.Epale, cabrón! – reclamó el padre bajándose rápidamente el ruedo de la bata.Viejo cochino – bromeó Ricardo – a tu edad y andar enseñándole la cola a tu propio hijo, debería darte vergüenza – terminó con una risotada.Ya vete a bañar y deja de estar chingando – dijo el hombre risueño tomando de nuevo su taza y sentándose a la mesa – o se te hará tarde para las clases.Sí señor – se acercó Ricardo cariñoso – pero con una condición.Cual? – preguntó con cara de falso fastidio el hombre.Que me vuelvas a enseñar esas ricas nalgas – dijo Ricardo ...
    ... jalándole el cinturón de la bata, tomando por sorpresa al desprevenido padre.La bata se abrió por completo, mostrando el pecho velludo, el vientre y mas abajo, una hirsuta mata de pelos coronando un gordo y suave pene aprisionado entre sus velludos muslos. Don Manuel tiró un manotazo que Ricardo esquivó diestramente, muerto de risa.Vas a ver, cabrón, me las vas a pagar – amenazó Don Manuel poniéndose de pie y anudándose la bata.Qué pasa aquí? – preguntó la madre entrando en la cocina – otra vez peleando como chiquillos?El empezó – acusó Don Manuel señalando al muchacho.Ricardo – regañó la señora – ya tienes 19 años, compórtate y deja en paz a tu padre.Ricardo subió las escaleras aun sonriendo. La licra, empapada de sudor, se le pegaba al cuerpo y satisfecho de su buena figura se miró en el espejo del baño. Un cuerpo esbelto y marcado. El vientre firme y plano, las piernas de corredor, con largos y estilizados músculos, y sin un solo vello. Pensó entonces en su padre, que era todo lo contrario. Tal vez jamás lo reconocería, pero una de las razones de aquellos juegos con él, era la de poder ver precisamente esos pelos, que definitivamente le excitaban. Se miró el bulto en la entrepierna, perfectamente marcado por la suave licra. Se lo acarició ligeramente y el miembro respondió al instante, comenzando a hincharse. Terminó de desnudarse y se metió a la ducha, porque ya se le hacía tarde.Las horas de clase en la universidad eran en realidad un tiempo muerto. Para Ricardo el día comenzaba ...
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