1. Naomi y el basset hound de su amiga


    Fecha: 02/07/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... el dolor fue tremendo su nudo era enorme y me resulto mas cómodo y saludable no intentar sacármelo, so pena de correr el riesgo de desgarrarme el ano. Así que me quede allí quieta, sufriendo y gozando del perro que me trababa y no cesaba de moverse. Hasta que por fin se me bajo de las nalgas y de nuevo a quedarme trabada. Solo que ahora él era quien se daba de pequeños tirones, y yo sufría de esa acción, pues sentia que me jalaba el músculo y me dolía Sin embargo por la elasticidad de mi culo al poco rato el dolor se convirtió en placer. Un rico placer que se extendió hasta mi coño, y arreglándomelas empece a meter una mano entre mis muslos y me estimulé el clítoris y mi coño. Me metía dos dedos en mi bollo que escurría jugo aún, me estimule tanto y tan rico que empece de nuevo a venirme. Primero muy suave y muy rico, para continuar con estremecimientos sintiendo mi culo lleno de la verga del perro que me tenia bien penetrada Me vine más, me hizo gritar, me jalaba yo misma y sentí dolor y placer al mismo tiempo, me estaba dando un gustazo con ese perro y su enorme verga. Así estuve por largo tiempo, unos 25 o 30 minutos bien penetrada y trabada, gozando y sudando hasta que de nuevo me vine ya estaba agotada, y el ...
    ... muy cabrón perro ni muestras daba de terminar. Parecía que no tenia llenadera, su verga se movía en mi recto escupiendo su leche en mi interior, yo sentia como se contraía a cada chorro de su semen, más y más. Hasta que por fin sentí poco a poco desinflamarse su miembro, de un "plop" me destrabo y de inmediato me salió su semen. Primero muy liquido y después cremoso, digamos espeso como gel de color blanquezco, y desde luego su leche escurrió por mis muslos, dejando marcas en el piso del goteo que fui dejando caer. Me toque el ano y lo tenia amplio, pero me consoló el hecho de que se contraía fácilmente y recobraría su tamaño normal. Ya toda cogida, llame al perrito cogelón y vergudo que me había disfrutado. Lo llame a la recamara y desde luego caí como roca y de inmediato me quede dormida. Desde luego no sin antes pensar la semana que me esperaba, pues como mi esposo no estaría en casa en esos días. Ya sabia lo bien que me la pasaría con ese nuevo amante y con los dos que estaban en el jardín, la semana prometía ser una de las mejores en mi vida... tres perros para mi sola. Eran lo mejor que me podía imaginar y desde luego los tres tendrían su ración de mi cuerpo y ¡mis encantos serian para ellos en esos días...! 
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