1. Noche con Eva en la piscina


    Fecha: 02/07/2019, Categorías: Hetero Autor: almogaver92, Fuente: RelatosEróticos

    ... El olor a mar inundó mis fosas nasales mientras me perdía en sus profundos ojos azules. Agarré su cintura y acerqué mis labios a los suyos. El roce del beso me erizó el vello de los brazos, aquél contacto, eléctrico, me puso a 1000. Seguimos besándonos suavemente, hasta que sentí su lengua presionando mis labios. Abrí los míos un poco, para dejar que su lengua entrase, y la mía salió a recibirla. Estuvimos un rato jugueteando, besándonos con pasión, explorando cada rincón de nuestras bocas. Mis manos no estaban quietas, y fueron moviéndose poco a poco, desde la cintura hasta sus nalgas, y empecé a manosearlas. Sus manos fueron a parar a mi cabeza, y sus dedos se enredaron a mi pelo, agarrándose a él con fuerza y empujándome hacia su cuerpo. Sentí sus pechos contra mi cuerpo, sus pezones se endurecieron. Mi miembro estaba bastante duro, prisionero en los pantalones, pero a pesar de ello, se notaba un bulto en mi bragueta. Bueno, de hecho se notaría si no estuviese apretado a Eva. Mi erección estaba apretándose contra su abdomen, y estaba seguro de que ella lo podía sentir igual que yo sentía sus pezones. Nos tumbamos en la arena, y seguimos así, fundiéndonos en un arrebato de pasión. Sus manos se movían por mi espalda y mi culo, y las mías empezaron a masajear sus pechos, firmes, acorde con su cuerpo atlético. Sabiendo hacia dónde nos conduciría aquello y lo cerca que estábamos de las miradas de nuestros amigos, pensé rápidamente un sitio dónde ir. -Aquí cerca hay un hotel, ...
    ... con una piscina, bastante apartado y tranquilo, te apetece ir? -le pregunté con la respiración acelerada. -Claro -me dijo ella, respirando también con dificultad. Nos fuimos corriendo, agarrados de la mano, y en seguida llegamos al hotel. Saltamos la pequeña verja que separaba el jardín con piscina de la calle. Nos reíamos como críos que acaban de escribir una palabrota en la pizarra del colegio y se largan corriendo, conscientes de la vergüenza de ser descubiertos. Allanamiento de morada, escándalo público...Aquellas prohibiciones me revolvieron las tripas, pero no de miedo, de excitación. Cada vez la deseaba más, y por su mirada, estaba seguro de que la sensación era mutua. Rodeamos la piscina por el borde, y me tumbé en una de las hamacas. Ella se sentó sobre mí, con las piernas abiertas. Sobre mi bragueta, aplastando a mi erecta polla. Se mordió el labio inferior de forma super sexy, y se acercó lentamente a mi para besarme. Sus manos se colaron por debajo de mi camiseta, mientras las mías le tocaban las nalgas sin descanso y nos fusionábamos en un largo beso. -Hmm..tengo calor, tu no? -le pregunté con una idea en mente. -Jijiji, me tienes ardiendo, que te parece si..nos quitamos un poco de ropa? -Sabes? Tengo una idea mejor -le contesté. Sin darle tiempo a pensar, la cogí en brazos y la tiré a la piscina, con la ropa puesta. Mientras estaba en el aire, soltó un grito de sorpresa, que por suerte no duró porqué en seguida cayó al agua y se sumergió. Sacó la cabeza y me gritó ...
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