1. En manos de tía Julia (final)


    Fecha: 06/11/2017, Categorías: Gays Dominación Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ¡Ay, qué bien coge el señor Gerardo!... Aguanta mucho tiempo sin correrse y cada tanto me hace una maldad: saca su pija y yo me desespero y suplico y ruego mientras me humilla… Se ríe y me dice cosas como éstas: -Ah, sufrís, ¿eh, Jorgito?... No podés vivir sin una pija… ¡Qué putito sos!... Y tiene razón: soy cada vez más putito y me es imposible vivir sin que me den una buena ración de verga… Por otra parte, estoy cada vez más desenfadado y ya no sólo no me cuesta salir a la calle con mi ropita sexy, sino que voy con la cabeza en alto y disfruto muchísimo con las miradas de esos viejos verdes, esas miradas que siento pegadas a mi cuerpo como ventosas lascivas… ¡Qué delicia!... Todos los días hago la travesura de salir a dar un paseo sin que tía Julia se entere y esa trasgresión me excita… Pienso qué haría ella si se enterara… ¡Ay!, a lo mejor me pondría sobre sus rodillas con las nalguitas al aire y me las dejaría rojas y ardiendo con unos buenos chirlos… ¡Cuánto hace que no me castiga!... Y les confieso que tengo muchas ganas… Mi colita extraña esos chirlos tan bien dados… Decidido a todo, cuando tía Julia Y el señor Aldo volvieron de trabajar le dije a ella que necesitaba contarle algo… -Hablá… -me autorizó mientras iba hacia su habitación… La seguí y mientras se desvestía le conté mi travesura… Ella terminó de ponerse su ropa de diario: un jean, una blusa sin mangas y unas chinelas… Tiene muy lindo cuerpo y estoy seguro de que si me atrajeran las mujeres la desearía… Me ...
    ... encaró con expresión de enojo: -Así que todavía no aprendiste que no podés hacer nada sin mi permiso, ¿eh, mocoso de mierda?... -Ay, tía, perdón… -Nada de perdón, putito insolente… Sacate el minishort… -Ay, tía, ¿qué… qué me va a hacer? -Te voy a enseñar cómo son las cosas, Jorgito… ¡Sacate eso te dije!... Me quité el shorcito y ella se sentó en el borde de la cama: -Echate acá boca abajo, putito… -y se dio una palmadita en sus muslos… A mí hasta me costaba respirar de tan excitado que estaba… Obedecí y tía Julia empezó a acariciarme las nalgas… -Tu colita es increíble, Jorgito… No hay ninguna diferencia con la de una chica… Después empezó a pegarme… Tiene la mano pesada y la usa muy bien sobre una y otra de mis nalguitas, pero con pausas de distinta duración, para que yo no sepa cuándo voy a recibir el próximo golpe… Yo muero de ansiedad durante esas pausas, a la espera del siguiente chirlo… Les aseguro que quien nunca ha recibido una paliza en la colita no puede imaginar ese placer… Placer dolor, dolor placer… ¡Qué deliciosamente arde la colita!... Cuando terminó la zurra y yo estaba de pie ante tía Julia, frotándome las nalgas, ella me dijo: -¿Te vas a portar bien, Jorgito? -S… Sí, tía… -Bueno, mejor para vos, porque si volvés a hacer algo sin mi permiso, no sólo te voy a dejar las nalgas echando humo con un cinturón, sino que te vamos a tener en ayuno de vergas durante un mes… -¡Ay, no, tía!... -Ah, sufrís, ¿eh, Jorgito? -Sí, Tía Julia… -No podrías estar sin pijas… -No, ...
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