1. EL OSO Por: MAPMAKER


    Fecha: 05/07/2019, Categorías: Confesiones Autor: mapmaker, Fuente: RelatosEróticos

    EL OSO Por: MAPMAKER Lo había seducido y aun no sabía por qué. Soy menuda, delgada; él me doblaba el peso y el tamaño; cuando nuevamente busqué el motivo yaestábamos en la penumbra de mi habitación. Siempre estaba a la defensiva porque odiaba la agresividad y la posesividad de los hombres pero este era diferente. Era muy tímido, quizás por su tamaño, quizás por el color de su piel, quizás por su origen. Pero tenía un corazón muy grande, era bondadoso y a pesar de que no poseía rasgos bellos estos no se notaban por su sonrisa permanente y su semblante bonachón. Parecía un oso de peluche. Estábamos acostados frente a frente; veían en la penumbra sus ojos brillantes; me di vueltas adosando mi cuerpo al suyo.Me acuné entre sus brazos, sentí su respiración en mi cabeza; el calor de su cuerpo que me daba una sensación de seguridad, de protección. Dirigí mi mano a su entrepierna encontrándome con su miembro; a través de la tela me pareció suave, cálido, grande, extremadamente grande. Giré mi cabeza hacia atrás buscando su boca, sus gruesos labios se apoderaron de los míos, mi lengua serpenteó buscando la suya, carnosa, grande atrayéndola hacia el interior de mi boca para succionarla, me llenó toda; sentí su mano sobre mis senos, sus gruesos dedos palpando la punta de mis pezones haciendo que mi libido aumentara más y más. A través del delgado tejido de mi negligé sentí el crecimiento y la dureza de su miembro en el área de mis nalgas; mis dedos ya no podían abarcar el grosor de su ...
    ... pene; continuaba chupando su lengua, aprisionándola dentro de mi boca. Solté su miembro dirigiendo mi mano a la mano que acariciaba mis senos, esta era el doble de la mía; áspera, fuerte, callosa. La dirigí hacia mi vientre. Me coloque de espaldas sobre su cuerpo para que pusiese acariciar mis pechos con su mano libre, sus dedos se colaron entre las bragas buscando mi pubis, su dedo índice rozó el prepucio de mi clítoris causándome un estremecimiento involuntario, la humedad se apoderó de mi vagina; sentí mi capullo crecer y abandonar su encierro; su dedo central grande y grueso se deslizo apartando mis empapados labios vaginales para posarse en la entrada de mi vulva. Un gemido de placer fue acallado por su lengua. El dedo recorría le anegado canal de mi vagina desde el erecto botón hasta la entrada de mi orificio anal; continuó su recorrido una y otra vez originando contorsiones en todo mi cuerpo; mi mano volvió a asir el bulto tras mis nalgas, palpando su enorme dimensión. Un orgasmo espasmódico atacó todo mi cuerpo haciendo que me tensara para luego caer en un desvanecimiento total. Poco apoco fui regresando a la normalidad, volteé mi cuerpo quedando junto a él. Comencé a despojarlo de sus ropas hasta dejarlo completamente desnudo; mi mano tropezó con su inhiesto miembro, empecé a sobarlo; lo sentí grueso, enorme, duro. Un inmenso deseo de ser penetrada por aquel trozo de carne calientese apoderó de mí. Me despojé de mi negligé, de mis empapadas bragas dispuesta a tragarme ...
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