1. playa nudista


    Fecha: 05/07/2019, Categorías: Primera Vez Autor: lujuria69, Fuente: xHamster

    Tengo 31 años, me llamo Ana (por ejemplo) y tengo pareja. Me gusta el sexo en muchas de sus variantes y soy bastante morbosa. Podría decir que soy alta, morena, delgada, con mucho pecho. Podría decir que los hombres y las mujeres se giran a mi paso, o que la gente dice que soy atractiva. Bueno, podría decir todo esto y más pero no sería verdad. Tengo el pelo castaño y rizado, un ligero sobrepeso, soy bajita y, eso sí, tengo mucho pecho.En el sexo, una de las cosas que más me gusta es jugar al exhibicionismo. No lo he practicado nunca ni creo que lo vaya a hacer nunca. A lo máximo que he llegado es a practicar el sexo al aire libre en lugar arriesgados. Y me ha encantado, la verdad. Sólo el hecho de pensar que alguien pueda estar mirando mientras yo me masturbo o hago el amor con mi pareja es algo que me pone a mil.Pero este fin de semana ha pasado algo que nunca hubiera pensado que llegaría a experimentar en real.Mi pareja y yo practicamos el nudismo de una manera poco convencional. Nos gusta desnudarnos en la playa y bañarnos desnudos en el mar. La sensación de libertad y naturalidad que se tiene es incomparable. Pero lo cierto es que nos cuesta ir a playas donde haya mucha gente, nudistas o no. Solemos desnudarnos si encontramos playas desiertas o con muy poca gente. Podéis imaginaros entonces cuántas veces practicamos el nudismo… Pues si, muy pocas y casi siempre cuando estamos de vacaciones en las Baleares. Intentamos encontrar calas pequeñas a las que sea difícil ...
    ... llegar, o playas de rocas a las que no vaya mucha gente.El caso es que este fin de semana fuimos a una cala a la que hacía tiempo que no íbamos. Está en la provincia de Gerona y queda muy apartada de los circuitos turísticos tradicionales. La cala en cuestión es una pequeña extensión de arena rodeada por rocas y pinos. No queda lejos de un núcleo de población importante, pero su localización entre rocas enormes hace que te sientas apartado del mundo, prácticamente como si estuvieras solo disfrutando de los placeres del mar.Llegamos pronto por la mañana ya que nos gusta poder escoger bien el sitio donde ponemos las toallas. Cuando llegamos la cala estaba casi desierta. Tan solo había un hombre en uno de los extremos. Estaba desnudo tumbado en su toalla. Nosotros escogimos una parte de la cala que quedaba resguardada por una roca, con lo cual no veíamos al hombre ni él a nosotros. A mí me gusta ponerme al borde del mar, lo más cerca del agua posible. Y así lo hicimos.Nos desnudamos. Sólo el hecho de quitarme la ropa al aire libre hace que me excite de una manera muy intensa. Cuando noto que la brisa y el sol tocan mis pechos noto que mi sexo empieza a palpitar y a humedecerse. Él lo nota, me conoce la mirada, sabe perfectamente cuándo estoy excitada y cuando no. Me miró y me sonrió. A veces las palabras sobran.Me quité la parte de abajo del bikini y me senté en la toalla. Empecé a ponerme crema. Los brazos, las piernas, los pechos. Me dedico especialmente a ellos por varias razones: ...
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