1. Una sorpresa para Víctor termina mal


    Fecha: 07/07/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... de negro y con la cabeza cubierta por un pasamontañas. Abrí los ojos muy grandes e intenté gritar, pero de mi boca amordazada solamente salieron sonidos ahogados.El hombre también se sorprendió al verme; caí en la cuenta que era un ladrón que había entrado a robar en la casa oscura suponiendo que no había nadie y al verme así esposada y amordazada se asombró.Salió otra vez al pasillo, pero unos segundos después regresó con otro hombre, también vestido de la misma manera.Subieron la intensidad de la luz y rodearon mi cama con sonrisas burlonas.“Qué sorpresa, putita, estabas esperando por nosotros?” Preguntó uno.Empezaron a desvestirse mientras yo me retorcía en la cama tratando de soltarme; mientras lo hacían uno de ellos tomó la fusta de cuero y me preguntó si había alguien más en la casa.Moví la cabeza hacia los lados haciendo el gesto de negación…“Entonces te amordazaste y amarraste solita?”. Volvió a preguntar, ahora dejando la fusta y tomándose su gruesa y erecta verga con ambas manos.Tragando saliva y con lágrimas en los ojos moví la cabeza afirmativamente.Sentí pánico y de nuevo empecé a retorcerme intentando soltarme. El tipo me puso una mano sobre mis tetas y me empujó hacia abajo. Ya no me debatí más…El hombre subió a la cama, ubicándose entre mis piernas, abriéndolas con sus poderosas manos. Apoyó mis tobillos sobre sus anchos hombros y se acercó un poco más, rozando mis labios vaginales con la cabeza de su gruesa verga. Sentí que mi concha se humedecía ...
    ... instantáneamente al contacto con su pija.Comenzó a jugar con su verga, pasando su cabeza hacia arriba y abajo entre mis labios vaginales, que cada vez se abrían más y más al contacto.En ese momento sonó otra vez el teléfono y escuché la voz de Víctor:“Amor, definitivamente suspendieron los vuelos por esta noche, seguramente mañana podré estar en casa; te llamo desde el hotel”.El hombre entre mis piernas volvió a reír burlonamente:“Parece que esta noche nadie más va a m*****arnos, si, putita?”Lamenté mi mala suerte y otra vez comencé a debatirme, pero el tipo me soltó una bofetada en la cara que me convenció de quedarme quieta.“Tranquila, putita, no te vamos a soltar; ya que tu esposo no podrá llegar a tiempo esta noche, mi amigo y yo vamos a darte lo que esperabas…”Su amigo me levantó por las caderas y deslizó una almohada por debajo de mi cola. Ahora mi vagina quedaba a la misma altura de la verga dura de ese tipo que estaba entre mis piernas.Con su poderosa mano me tomó por mis caderas y con la otra guió su pija hacia mi concha ahora bien humedecida. Sentí que comenzaba a penetrarme, invadiendo brutalmente mi cuerpo indefenso.Grité a puro pulmón, pero apenas salieron unos gemidos ahogados por la mordaza. El hombre comenzó a moverse, metiendo y sacando su dura verga, provocándome mucho dolor, porque era una cosa muy gruesa.“Vamos, perra, te gusta coger así, maniatada y amordazada…”“Ahora vamos a cogerte bien duro y después veremos qué hacemos con todos esos juguetes que preparaste para ...