1. Mi novia me hace cornudo y sumiso


    Fecha: 07/07/2019, Categorías: Anal BDSM Gays Autor: Isamu19, Fuente: xHamster

    ... también tenía el objetivo de feminizarme. - “Después del trabajo vas a pasar por una sex-shop y vas a comprar un dildo, del tamaño que tú quieras, pero debe ser lo más parecido en la forma de un pene, nada de solo algo en forma de tubo, debe tener una cabeza grande y si es posible se le noten las venas y las formas de una buena verga, y no olvides comprar lubricantes”. Me dijo mientras se vestía. Yo asentí y le dije que sí, que pasaría por eso en la tarde antes de regresar a casa. Estaba sorprendido de lo excitado que me sentía, me encantaba que Jazmín tuviera intenciones de usar mi culo y ya me estaba haciendo a la idea de que iba a ser una gran experiencia. Al llegar la salida del trabajo me dirigí a la sex-shop más cercana y entré, empecé a ver todo lo que ahí se vendía, desde ropa interior sexy, videos para adultos hasta los juguetes sexuales, era la primera vez que entraba a una tienda así y me sentía un poco apenado de lo que me encargaron comprar y para lo que Jazmín pretendía usarlo. Me sorprendí al empezar a ver los juguetes en forma de pene que se exhibían, la mayoría eran enormes vergas de varios gruesos y colores, pero lo que más me llamó la atención es que casi todos, incluso los más pequeños eran mayores que mi miembro, ahora empezaba a comprender a Jazmín al querer salir con otros hombres, ni por casualidad el tamaño de mi pene podría del ser suficiente tamaño para complacerla. Al final tuve que escoger uno de los más pequeños en diámetro (2 cms. en la punta ...
    ... aproximadamente), para evitar el dolor de ser penetrado por primera vez, aunque de largo si alcanzaba los 15 cms. y el diámetro crecía hasta llegar a 5 cms. hasta la base donde tenía una parte que simulaban unos grandes testículos, era de color carne, muy realista y con muchas venas que simulaban una gran erección. En el mostrador el cajero me preguntó si eso era todo lo que quería llevar, a lo que le respondí que no, que también quería lubricante para penetración anal, el cajero sacó unos cuantos frascos del mostrador y me los mostró para que escogiera uno, mientras yo los observaba me preguntó: - “¿Así que quiere introducir a la mujer en el sexo anal, no?”. Se me subió la sangre a la cabeza, me estaba muriendo de vergüenza mientras decidía que contestarle al cajero, hasta que me decidí a decirle la verdad. – “Es para mí… mi novia quiere usar eso conmigo…”. Yo seguramente estaba rojo como un tomate al decirle eso al cajero, me estaba muriendo de vergüenza, el cajero solo puso cara de sorprendido un momento y acto seguido sonrío un momento con cara como diciendo “pinche putito, le gusta que le den por el culo”. Me dio lo que había comprado y después de pagar salí casi corriendo de la tienda con una vergüenza que no podía con ella, al subir al auto pude notar que se me había parado la verga, y que aún con lo que había pasado en la tienda, estaba muy excitado y solo pensaba en lo que me iba a hacer Jazmín en cuanto llegara a la casa. Al llegar ella estaba preparando algo de ...
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