1. Erotismo con un maduro


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Milenia, Fuente: CuentoRelatos

    ... velas y las dispuse en diferentes sitios hasta lograr una luz tenue y muy insinuante, llené el hidromasaje de agua y sales y sentí el ruido de su auto que se estacionaba. Él llegó con su cautivante sonrisa y un brillo en los ojos que secretamente contenía la curiosidad por saber que había elegido yo para ese día especial, me impacta su personalidad, tal vez sea mi propia fantasía lo que crea a su alrededor un misterio oculto, algo a lo que yo no puedo alcanzar... eso me atrapa aún más... viene desde atrás, me hace girar y me da un beso introduciendo toda su lengua, me toma de la mano y me lleva directamente al dormitorio... con un movimiento me atrae hacia él, por un momento quedamos rozándonos los labios, percibiendo nuestros alientos y nuestra respiración. Nos acercamos un poco más y nos devoramos los labios, chupando y mordiendo, su lengua me invade, cálida y suave. Mientras sus dedos comienzan a explorar mi mundo. Le quité la ropa y sentí su torso desnudo, caliente, en contacto con mis senos, lo acaricié con ambas manos. Me abrazó por un instante y en ese momento me sentía en el abismo, un segundo infinito que me provoca una lluvia de sensaciones. Quiero hacerlo mío. Se acostó en las sábanas blancas, estaba allí a merced de mi pasión, excitado, expectante... yo deseaba locamente cabalgar esa erección, tomé el lazo y le até las manos a la cama... solo quería hacerlo gozar y a la vez sufrir por no poder ser dueño de sus manos. Mi sexo estaba muy hinchado, me subo arriba ...
    ... de él y comienzo a refregarlo en su pierna, él dice: tus labios están grandes y jugosos, dejame chuparte... entonces voy lentamente acercando mi vulva a su cara, llega a mí con su boca, saborea toda mi humedad, juega introduciendo su lengua en mi vagina, produciéndome espasmos de placer. Luego me coloco en la misma posición sobre él pero de espaldas a su cara... me adueño de su pene que comienza a lagrimear y le ofrezco a su mirada toda mi vulva inflamada, desespera por llegar con su lengua pero me gustaba hacerle bullir un poco la sangre y hacerlo esperar... su pene aumenta la dureza, tornándose fuerte, poderoso, ofreciendo su jugo dulce que yo limpio con cada paso de mi lengua, mi excitación aumenta, sale por mi sexo que no puede esperar más introducirse en esa flecha impetuosa. Lo liberé del lazo con una mirada suplicante para que aliviara el dulce tormento que sentía en mi palpitante vagina... no se hizo rogar, se colocó detrás de mí y de un golpe seco se introdujo hasta el fondo, comenzó a bombear y a bombear, su respiración era ruidosa y sus jadeos me excitaban aún más... sentir esa dureza firme dentro de mi carne golpeando en mis nalgas, enterrando bien adentro ese miembro duro, implacable, se zambullía en mí una y otra vez otorgando un universo de vibraciones por todos lados, increíblemente tenía una gran resistencia... hasta que sentí como sus golpes eran más intensos y ese calor de su semen bañándome por dentro. Mi cuerpo se retorcía en espasmos, en mi sexo, en mis ...