1. Provocando a papá...


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Gays Masturbación Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    Solo faltan unos días para que cumpla los 18 años y mi padre me ha llamado a su despacho para hablar conmigo.“Hijo, vas a cumplir la mayoría de edad, me siento orgulloso de ti, porque estás llevando muy bien la carrera, y ese trabajo de guarda forestal que haces desde hace casi un año me parece estupendo, además siempre me has demostrado que me quieres mucho y que eres un buen hijo. Por eso, para celebrarlo, quiero hacerte un buen regalo, he pensado que podríamos buscar un coche de segunda mano, elige tu la marca y te pago la matrícula para una autoescuela, aunque tal vez prefieras una moto o cualquier otro regalo. Tú verás”Me quedé mirándole a los ojos unos segundos sin decir nada. Mi padre tiene un brillo especial en sus ojos de color miel. Cuando le miro parece como si me adentrara en un mundo de ensueño. Cuando era pequeño solía sacarme del trance con un “Despierta, que estás en Babia”.“Bueno, hijo no hace falta que lo decidas ahora mismo, piénsatelo”.“Padre”, me atreví con esfuerzo a replicarle, “tu ya sabes el regalo que yo más deseo”.Ahora fue el quien se quedó sin palabras, se levantó nervioso y se plantó ante mí apoyado en la mesa.“Hijo, creía que se te había pasado esa obsesión”.Esa obsesión había comenzado unos cuatro años atrás, un día mi padre estaba durmiendo la siesta, mi madre me pidió que fuera a despertarlo porque debía volver al trabajo. Entré en su dormitorio. Estaba tumbado en la cama boca arriba, cubierto con una sábana hasta la cintura que por alguna ...
    ... razón se elevaba hacia el techo como una tienda de campaña. Sentí curiosidad y procurando no despertarle bajé la sábana. El mástil que enarbolaba la sábana era un inmenso cipote rígidamente empalmado en vertical. Lo observé con detenimiento, era un precioso músculo, grueso y largo, con una vena verdosa que se destacaba hinchada a lo largo del cañón y un capullo rosáceo y brillante en cuya cúspide se abría un excitante y húmedo orificio. Sonreí pensando que por ese agujero había salido la leche que me había engendrado. Y de repente sentí un deseo irreprimible de darle un lametón. Me incliné acercando mis labios al agujero, saqué la lengua humedecida en saliva y lo lamí. En este momento se despertó mi padre, dio un brinco y todo el capullo terminó dentro de mi boca, pero inmediatamente lo retiró con aspaviento mientras me reprendía:“¿Pero qué haces muchacho?, ¿Me estás chupando la polla?”Atemorizado le respondí titubeante:“Solo quería despertarte, padre, para que no se te haga tarde para ir la trabajo”.“¿Te ha dicho tu madre que me despertaras?” “Si, padre” “Ya hablaré yo con ella” “Por favor papá, no le digas que te estaba chupando la polla”Mi padre se había levantado y ya tenía puesta la camisa, pero su cipote, aunque más encogido, menos hinchado y más flácido, seguía a la vista, y yo no podía apartar mis ojos de él. Mi padre se acercó y me rodeó son sus musculosos y peludos brazos tranquilizándome.“De acuerdo, hijo, pero procura no volver a hacerlo. Eres menor de edad, y ...
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