1. La chica del camping


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Masturbación Sexo en Grupo Lesbianas Autor: aboixbcs, Fuente: xHamster

    ... que tenía mi mano mientras que él se aventuró a acariciarme la espalda. Y así, con las primeras caricias inocentes, la cosa se fue caldeando hasta que fui la primera en rozarle el sexo, antes incluso de que él me rozara las tetas.Poco a poco las caricias se fueron convirtiendo en magreos y, por lo menos yo, me fui poniendo de un cachondo que me moría. Nuestros amigos nos estaban mirando y, supongo, algo debimos provocar en ellos porque Elena no tardó mucho en empezar a comerse a su novio y Fer, por su parte, le entró a Eva y también se liaron. Y yo tenía ganas de más…Al placer que me producía tocar el cuerpo de Gabi y que Gabi me tocara a mí, había que sumarle la excitación y desinhibición que me provocaba esta situación de estar tres parejas desnudas metiéndonos mano juntas. Me estaba poniendo como una moto con eso de estar gozándome a Gabi con el tacto y a los demás con la mirada. Me puse tan húmeda que no pude evitar sentarme sobre Gabi rodeándole con mis piernas para dejarme caer y que me fuera penetrando.Cuando terminé de encajarme se me escapó un jadeo de gozo e, inmediatamente, miré al grupo para ver si esa reacción les había m*****ado. Nadie me hizo caso porque los cuatro estaban a lo suyo lo mismo que estábamos Gabi y yo.-Avísame cuando vayas a correrte –le dije dibujando una sonrisa pícara en mi cara.La cara de susto que puso de primeras se le cambió de inmediato conforme empecé a mover las caderas para frotarme contra él. Abrió los ojos como platos mirándome con ...
    ... cara de estar tocando el cielo y volvió a morderse el labio de excitación. Me hizo gracia y, entonces, con más lascivia si cabe continué moviendo las caderas para follármelo tanto con el coño como con la mirada.Su cara era un poema. Reflejaba unos gestos de excitación súper exagerados mezclados siempre con un gesto de sorpresa que me encantaba. Era como si nunca antes hubiera sentido lo que estaba sintiendo conmigo en ese momento. Unas veces se quedaba con la boca abierta mirándome a la cara o a la entrepierna y, en otras ocasiones, se asía a mis tetas y las chupaba para mantener duros mis pezones. Y yo seguía con mi juego de caderas, única y exclusivamente con ese movimiento.No me duró ni cinco minutos, aunque he de reconocer que fueron cinco minutos muy bien aprovechados. Como pudo cambió su gesto de placer y sorpresa por otro de “me voy a correr como no pares” que supe adivinarle de inmediato. Entonces le descabalgué y me puse de rodillas entre sus piernas para meterme la polla en la boca y hacer así que se corriera.Gabi eyaculó profusamente y no dejé que saliera de mi boca ni una sola gota de semen. Continué succionando con calma hasta que los espasmos del miembro empezaron a ser más leves y, entonces, me senté sobre él con mi espalda pegada a su pecho y me rodeé con sus brazos por las caderas, dejándole caer sus manos sobre mi clítoris y ayudándolas a que empezaran a masturbarme.Frente a mí, Fer estaba sentado abierto de piernas y Eva, de rodillas delante de él, le estaba ...