1. Entregando a Lorena 26


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Sexo Duro Autor: aristurman, Fuente: xHamster

    ... baja, como si tuviera vergüenza...El Burro me arrastró hasta afuera. Volví a la pileta, a bombear como un autómata.Para que yo no regresara a la casa, los dos hombres se quedaron cerca mío.Mientras retomaba el bombeo, observé al Burro. Tenía un bulto groseramente enorme entre las piernas; me imaginé que él y también el Indio tal vez iban a disfrutar del cuerpo de mi esposa cuando el casero se cansara de ella. Lo peor de todo, era que yo no iba a poder impedirlo…Lorena finalmente salió de la casa una hora más tarde. Venía con el cabello mojado y estaba vestida con una corta falda blanca y una remera casi transparente, que traslucía sus redondas tetas. No llevaba corpiño y me imaginé que con el castigo que había sufrido su vagina, tampoco traería tanga bajo la falda…Venía sonriendo, más que sonriendo, radiante, feliz. Me saludó con un beso…Le pregunté si no tenía nada para decirme… y entonces respondió sonriendo que ahora iría a cocinar algo para el almuerzo.El almuerzo fue una verdadera tortura para mí. Pedro había elegido sentarse a la cabecera, teniendo a Lorena a su derecha, bien cerca, bien a mano. En algún momento me imaginé que le estaba metiendo una mano a mi esposa en la concha por debajo del mantel, ya que ella comenzó a gemir suavemente…Corrió el vino junto con la comida. Yo tomé bastante y me aflojé.Después de los postres Pedro se me acercó, diciendo jocosamente:“Ahora cornudo, vas a llenar la pileta mientras nosotros la llenamos a tu mujercita…”Yo había tomado ...
    ... tanto vino que apenas me podía incorporar; la cabeza me daba mil vueltas: Miré a un costado y vi a Lorena ligeramente inclinada con las manos apoyadas sobre la mesa. Detrás de ella el Indio le metía los dedos por debajo de la falda, haciéndola gemir de placer, mientras que por delante, el Burro le sobaba las tetas a través de la remera traslúcida…“No se te ocurra acercarte a espiar” Advirtió por último Pedro, mientras entre los tres arrastraban a mi esposa hacia la casa; aunque me pareció ver que ella no resistía...Regresé tambaleante a la pileta, donde comencé a bombear mientras imaginaba cómo la estarían cogiendo a Lorena esos tres hijos de puta.Un rato después comencé a oír claramente las voces que provenían de la habitación.“Más… más… más…” Jadeaba y gritaba Lorena. “Cogeme así, dame, hijo de puta…”Parecía ser el turno del Indio, porque el Burro se quejaba por tener que ser el último. Naturalmente, con la tremenda verga que cargaba, me imaginé que mi dulce esposa estaría temerosa de ser cogida por semejante semental.En un momento dejé todo y me acerqué a la ventana entreabierta a espiar el interior. Estaban ahí en la cama; Lorena en cuatro patas, dándole una tremenda chupada de pija al Burro. Esa verga era realmente inconmensurable; si la cogía a mi mujercita con eso, seguramente iba a desgarrarla. Detrás de ella estaba el Indio, aferrándola firmemente por las caderas, mientras le embestía violentamente la vagina.Ella estaba con los ojos cerrados, jadeando y gritando como ...
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