1. Mi hermanita la mas rica


    Fecha: 10/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... abrazábamos y besábamos como si fuera a acabarse el mundo. Luego de varios minutos en eso, la hice recostarse en su cama, le saque las pantaletas y mi lengua la hizo dar un saltito cuando tocó sus rodillas. Continue lamiendo hasta llegar a su vagina que ya estaba humeda. Me meti a jugar con su clítoris y Rebeca me agarro del cabello con fuerza, mientras se ponía a jadear como perra. Le meti primero uno y despues dos dedos, haciéndola retorcerse de exitacion y asi me puse a jugar hasta que se levanto y me volvió a lanzar esa mirada juguetona, me hizo acercarme, abrió mi cremallera y saco mi verga erecta y humeda, la acarició y la hizo hacia atrás, me miro con mucha gana y despacito, se la metio en la boca mientras seguía mirándome. A partir de ahí, los carnosos labios y la lengua de mi hermanita hicieron con mi polla lo que ninguna otra mujer ha hecho, lo mas delicioso que he experimentado, hasta que me puse tan duro que la tire a la cama y me le subi hasta llegar agarrando mi verga y se la empece a pasar en su concha, haciéndola gemir suavemente, le meti los dedos y luego un poquito mi polla, apenas para que la sintiera toda caliente y estuve jugando asi hasta que me agarro de las nalgas y me obligo a metérsela de una, abrió su boca y cerro sus ojitos con una ansiedad incontenible y entonces empece a darle y darle a su vagina con todo lo que pude. Se fue agitando mas y mas, al punto que en un momento dado empezo a dar unos alaridos que anunciaban un orgasmo y hacían pensar ...
    ... en el riesgo de que alguien la oyera pero tal cosa no podía ocurrir, me arañó la espalda con ambas manos y tan duro que olvide que todavía tenia mi camisa puesta, se puso a retorcerse como perra y alzo las piernas abiertas hasta donde pudo mientras yo le daba a mi Rebequita con toda gana pero no pude alcanzarla, lanzo un grito de ahogo tan largo que crei que moriría asfixiada. Quedo tendida, me dejo caer encima suyo y se puso a acariciarme y besarme con mucho cariño, como hacia tiempo no sentía. Entonces recordé que me tocaba y la hice ponerse de cuatro. Se puso nerviosa y cuando le pase mi verga por su orificio anal me di cuenta que lo tenia virgen. Decidi perdonarla por esta vez y segui restregándosela de arriba abajo hasta que volvió a ponerse bien dura y se la meti un poquito, así una y otra vez hasta que no aguante mas y se la dejé ir de una en toda su vagina. Me fui poniendo como un loco y le di con todo sin parar hasta que me puse a sudar chorros y los gemidos de mi Rebequita me exitaron mas y mas, hasta que pude venirme pero primero la saqué y dejé que los chorros bañaran las nalguitas de mi hermana. -Ya están. -¿Qué cosa? -Los panqueques. Voy por ellos. Se levantó de la mesa sin darse cuenta que yo no había prestado atención a nada de lo que me había dicho, mucho menos de que me la había cogido con la imaginación. Tomamos café y estuvimos así en silencio más de media hora, hablamos de papá y mamá y de algunas tonterías. Llegué a la conclusión de que esa mirada picara ...