1. A mis 18 en la fiesta de mi hermano


    Fecha: 10/07/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... del salón observé un chico que se convirtió en mi obsesión. Sin dudarlo me aproxime y me restregué contra su pantalón, lasciva, promiscua, buscando la dureza de su entrepierna cuando mis blancas nalgas se pegaban a él. Entró pronto en el juego, probablemente llevaría unas cuantas copas, al igual que yo, aunque él en sus espaldas cargaba unos cuantos años más que yo... Me puse de espaldas a él y me agache provocativamente para mostrarle mis muslos mis nalgas... y él sin dudarlo enganchó mi elástico ante la vista del resto de comensales . Dejé que mis rodillas se aproximaran al sofá y entreabrí las piernas ante la atónita mirada del grupillo que se amontonaba alrededor entre risas, con aroma etílico... Sus manos comenzaron amoldarse a mis redondeces, dejó mis bragas a la altura del muslo y se acercó. Yo no paraba de sonreír. La cabeza me daba vueltas, y empecé a sentir como una mano se posaba sobre mi cabeza, apartando mi pelo del rostro. Me excitó, me excitó esa situación en la que sentía la desnudez pública. Y por lo que me comentaron días después con una voz un tanto inteligible solo murmure "Que pasa que nadie me va a follar"...... Luego mis recuerdos se vuelven confusos, la música, los ruidos. Un par de azotes en las nalgas me hicieron dar un respingo y levantarme... Sentí como me cogía la mano el chico al que me acerqué y me llevaba a una habitación. Caminaba torpemente, con las bragas a la mitad de las piernas y un mareo que con dificultad me permitía saber bien que ...
    ... hacía... Mi hermano mientras tanto permanecía ajeno, en el rincón opuesto enredado con una medio mulata, que no sé muy bien quien era. Recuerdo la cara de algunas personas que me observaban caminar, con esa falda que tapaba prácticamente nada, y tropezando casi con mis propios pasos y mi ropa interior,... De un empujon me tumbó sobre una cama, ahí empujó de golpe mi cuerpo, y abrió mis piernas. Yo no paraba de reír, intentar decirle que mi experiencia tampoco era mucha, intentar comentarle que no llegaba ni a los 20. Pero él estaba fuera de si, sumergió su cabeza entre mi carne, y comenzó con un juego en mi coño. Ahí, su lengua s e escurrió hasta forma entre mis piernas una laguna.... Esa mezcla de placer, acompañada por el desinhibidor del alcohol me convirtió en una fiera, que no paraba de gritar que me sentí la puta más joven y feliz del mundo. Sus dedos tocaron cada parte que había entre mis piernas, no olvidaron ni un recoveco hasta lubricarme lo suficiente como para que su polla entrara casi de un tirón... "Cabrón te la quiero mamar, déjame" Pero él andaba ya desesperado por correrse... Mis movimientos eran torpes, asi que casi me alegro que no me dejara llenar mi boca de su sexo, igual le hubiera lastimado. Me desnudó, le costó algo de trabajo, pero lo consiguió. Manoseó mis pechos, los mordió y luego se quito su propia ropa. Se tumbó abajo , luego me dijo que me tumbara sobre él y levantara las piernas. Me sentí ridícula en esa sensación... momento que se vio incrementado ...